"Larga es la noche" narra las andanzas de Johnny McQueen, líder de una organización clandestina irlandesa, que asalta, junto a otros miembros de la banda, una sucursal bancaria. Durante el atraco resulta gravemente herido y, desde ese momento, la policía buscará sin desmayo su paradero.
Quién iba a decir que el director de la magnífica "El ídolo caído" hubiera realizado un año antes semejante dislate titulado "Larga es la noche", y, habría que añadir: "largo es el sufrimiento para el espectador". Porque una película que tiene un comienzo de lo más prometedor acaba convirtiéndose en un esperpento poblado por una galería de personajes medio locos y medio idiotizados, pero, sobre todo, totalmente alejados del espíritu melodramático y de film negro que destila la cinta en sus primeros minutos. Si a ello añadimos un ritmo desesperante, unos diálogos surrealistas y una duración excesiva, el resultado es, como indica el título, una noche larga, larga...