El gran Vázquez. El procedimiento. Barrio Sésamo. Bingo Gringo. Hígado Bombay. La plata puto. Bola de sebo. Límite: 48 horas.
Decía Buñuel que agradecía a la vejez viruelas haber perdido el deseo sexual, un gran peso/martirio/carga/muerto/mochuelo, esclavismo, que se había quitado de encima, pero que en cambio lamentaba/echaba de menos un hígado y unos pulmones más jóvenes para seguir bebiendo y fumando como un perro a diestro y siniestro, a tumba abierta, sin medida ni freno, hasta que el cuerpo aguante, camina o revienta.
Gringo viejo + Almodóvar (ese gusto quirófano, amor a los médicos, en vena sadismo, sácame la sangre, maestro armero) + el puto grupo salvaje + Amor a quemarropa + El señor de la guerra, habla, memoria.
Empieza muy bien, persecución, encierro y Ciudad de Dios, pero pronto (en realidad es ver al bueno de Gibson y ya lo sabes sin duda razonable, de Absolom no escapas, de aquí no sales, de Alcatraz ni mucho menos, con los pies por delante) le ves las orejas al lobo, huele a chamusquina en dinamarca y también en méxico, globalismo peliculero, el tito Mel, a falta de en este caso el universo entero, salvará a los buenos y matará a los malos, desfacerá entuertos a mansalva, yo soy tu hombre, el mundo por montera, el océano en una caracola, sangre española, litros de alcohol corren que se las pelan como locas por las venas abiertas de América, en dos cuartos de hora Hernán Cortes se hará el amo gracias a la colaboración vital de los nativos explotados/expoliados por el poder local atroz, historias de la historia que siempre se repite, primero como desgracia guapa, después como socavón suave, y, retomamos, por el camino tristemente no demasiado me entretengo, padezco. La posible gracia revulsiva es, cómo no, quebrada/apelmazada/eludida/abortada/sojuzgada en las fauces fórmula de toda la vida de la triste nada, se pierde en el conservadurismo moral narrativo perezoso más palmario pulp guarro yanqui tan pacato y retrógrado casposo, muy meapilas, la violencia como una de las más vulgares bellas artes hace aquí labor de sacristía, sangre y vino, el cuerpo de cristo, pan y circo.
USA y México como dos panas que en verdad, falsas apariencias, se quieren mucho, hombre, rico, hombre pobre, hermanos de leche, tan cerca de Dios y tan queridos por el diablo, Sicario.
En esa cárcel/penal hablan esperanto, el idioma de todos, lengua franca, no necesitan traductores, Babel queda o quedó lejos.