La apabullante historia del mal.

Fritz Lang escenifica en su personaje principal todos y cada uno de los males que la corriente expresionista abraza. Un juego de espejos ante la realidad depresiva del momento.

Metraje extenso, pero argumentalmente trepidante. La estructura ejemplar de la obra hace posible el entendimiento del drama de una forma sencilla y natural. La puesta en escena es increíble. Se escenifica el interior y exterior del personaje con intención y emoción.

El abanico de situaciones planteadas por el director hacen reflexionar sobre la naturaleza del ser humano, no sólo como masa. Los elementos de manipulación y extorsión son reflejos de una política contemporánea mundial en decadencia y oscura.

El amor está ausente o es imposible. Ubicados en el mismo desinterés de unos o en un pasado nostálgico y olvidado de otros. Nacido detrás de la trinchera de la vida, en el seno del feminismo más desplazado del mundo moderno. Al rescate de imposibles e incapaz de tomar partida en artimañas desleales.

El resumen de una década futura con el objetivo en su presente. La grandeza de un arte en pañales vestido con traje y corbata.

Cine mudo que habla por los codos.