Los que ya tenemos una edad provecta hemos visto tantas vueltas y revueltas de los personajes de Marvel que ya les hemos perdido la pista. Aún me acuerdo del Clint Burton villano en sus inicios que acabó reconvertido en superhéroe sin poderes ingresando en los poderosos Vengadores donde siempre solia dar la nota como personaje conflictivo. El Ojo de Halcón que tenemos ahora proviene de la serie  The Ultimates creada por el escritor Mark Millar en 2002 y dibujada Brian Hitch, la enésima reinvención de Marvel de sus superhéroes para que todo cambie y todo siga igual. Los avances técnicos que hicieron posible llevar a sus superhéroes a la pantalla les salvó de la quiebra. Ahora fagocitados por Disney cortan el bacalao en el entretenimiento de masas.

La serie que nos ocupa, con más Disney que Marvel es flojita y muy irregular en su conjunto pasando de momentos interesantes a otros que caen en el ridículo directamente. Los secundarios, a excepción de D´Onofrio grande en todos los sentidos como Kingpin no funcionan ni tampoco sus subtramas. La dupla protagonista interpretada por Renner y Steinfield tienen química y hacen lo que pueden por mantener a flote el asunto. En esta ocasion Jonathan Igla no ha sido capaz de encontrar el foco ni el tono de la serie.

Un regalo navideños plagado de un surtido variado de flechas que dan poco en el blanco.

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