Mítico film que inició la etapa dorada de los spaguetti-Westerns, así como del legendario dúo Spencer-Hill.

Dirigida precisamente por uno de los pioneros de este género, Enzo Barboni, aquí bajo su pseudónimo, E.B.Clutcher, como era habitual en aquella época, al igual que Carlo Pedersoli (Bud Spencer) y Mario Girotti ( Terence Hill), esto era una estrategia que se utilizaba para que estos films, en principio realizados para divertir al público europeo con su peculiar estilo de western adaptado y en cierto modo, parodiado, llegara también al público anglosajón, y disimular un poco el sabor italiano de estas producciones.

Sin embargo es precisamente ese tono paródico, desenfadado y también cómico lo que encumbro a este género, y en particular, a esta película.

Aquí los protagonistas no son rectos y honorables agentes de la ley que castigan a los maleantes y bandidos, sino que ellos mismos son esos bandidos, dos hermanos para ser exactos, uno el mas joven, es llamado Trinidad, atractivo, canalla, simpático, pillo, ligón, vago y anti-higiénico, pero temible y mortal con el revólver, le apodan la mano derecha del diablo.

Y por otro lado está su hermano, ¨el niño¨, de gran estatura, gruñón, comilón, desaliñado y con fuertes diferencias con su hermano, con el que no obstante comparte la misma inigualable habilidad como pistolero ¨ la mano izquierda del diablo¨.

Los destinos de ambos se cruzarán sin que estos lo busquen, en un remoto pueblo donde el niño de hace pasar falsamente como el sheriff, con la única intención de esperar a dos camaradas con los que saquear el banco del pueblo, pero la llegada de su hermano Trinidad, y su particular don de meterse en líos trastocará totalmente los planes de ambos.

Lo que tenemos pues, es un western atípico hasta el momento, donde los protas están lejos de ser unos héroes, si no mas bien dos simpáticos sinvergüenzas que se dejarán llevar por los acontecimientos, los cuales resolverán por lo general a tiros, o a mamporrazos, eso si, siempre con sentido del humor y cierta bondad, pues ambos hermanos, en realidad son unos bonachones, solo que curtidos en el mundo duro despiadado del salvaje Oeste repleto de pistoleros, ladrones, explotadores y todo tipo de ¨gentuza¨.

Muy bien ambientado, como no, en España, concretamente en Almería, en l desierto de Tabernas, donde se rodaron casi todas las películas del género, Barboni nos muestra un Far West bastante mas realista y aproximado a como debió ser en la realidad, árido, seco, pueblos miserables explotados por magnates avariciosos y sus matones, fugitivos, bandidos, prostitutas, borrachos, gente de dudosa moralidad, desaliñada. sucia, con barbas y cabellos polvorientos, el propósito era romper con la imagen clásica de las películas antiguas de John Ford o Raoul Walsh, por un tipo de western como he dicho antes, mas desenfadado, mas cómico.

La química entre Spencer y Hill funciona a las mil maravillas y es lo que sostiene un guión en ocasiones divertidísimo e ingenioso, pero es la conexión entre estos dos lo que hace a la película, con una banda sonora maravillosa, el tema inicial es ya un clásico, utilizado incluso por Quentin Tarantino en su homenaje, que es lo que es, al género, Django desencadenado.

Si algo se le podría achacar a este film, es quizás una duración demasiado extensa para lo que en realidad hay que contar, lo que hace que en algunos tramos se haga un poco empalagosa, recortar diez o quince minutos le hubiese beneficiado bastante.

En conclusión, genial y divertidísima película a la que los años no le han sentado mal sino todo lo contrario, se ve con total simpatía y nostalgia.

Gracias.