Pequeñas inconsistencias:
- Los juegos supuestamente son igualitarios, pero esto es falso. Unos pueden usar un mechero que colaron, si no está permitido es demasiado obvio y, si lo está, ¿por qué intentan esconderse?; unos han pasado de prueba sin hacerla (la mujer que se queda sin pareja); unos tienen luz durante la prueba y otros no (prueba de los cristales); unos son ejecutados al fallar la prueba y otros no (el viejete porque es el jefe). Además, el Frontman sabía que el médico estaba envuelto en el tráfico de órganos, por lo que no es difícil sospechar que estaba obteniendo ventaja a cambio.
- El lugar donde tienen lugar los juegos está muy controlado, incluso con cámaras dentro de las habitaciones de los "sodados". Sin embargo, el poli se cuela hasta la cocina sin que nadie lo vea. Además, coge la máscara del cuadrado a plena luz y no pasa nada.
- La investigación del policía queda sin explicar (incluso después de un año). La historia del hermano también queda sin desarrollar (apunta a una segunda temporada?).

La escena de explicación final es poco convincente. Al intentar darle una vuelta de tuerca a la moralina de si el ser humano es bueno o malo, el vejete contacta con el superviviente (porque sí) y tristemente no tiene un profundo discurso que nos haga reflexionar sobre sus acciones y la sociedad. Al final, es un sádico que se justifica diciendo que el dinero nos hace egoístas y lo quiere demostrar con un vagabundo que hay en la calle. Aunque se disfraza con buenas metáforas (el vagabundo, los latidos con las campanadas del carillón), queda algo flojo y lento.