Me ha gustado la película. Es verdad que, como dicen varias críticas por aquí, le sobra metraje, que la segunda parte de la cinta se viene un poco abajo y que el final no es muy redondo, pero Álex de la Iglesia nos demuestra que el cine español debe buscar el camino de entretener al espectador, y películas como esta son un buen ejemplo de lo que digo. Y, ojo, que la cinta no es solo un film de entretenimiento; ¡para nada! Hay mucho fondo en el contenido -situación de padres divorciados, conflicto de géneros, etc.-, pero sin hacer de este fondo la idea central de la película. Mario Casas hace el mejor papel de su carrera -y no es tan fácil como parece su personaje-, al igual que Silva y Terele Pávez; Carmen Maura la veo un poco desaprovechada; Enrique Villén pone el careto de forma magistral; y Carolina Bang... qué malita es la pobre. Y no termino de entender los papeles travestidos de Santiago Segura y Areces, ¿hacían falta?. Pero bien por la película en general.