El 007 de siempre flirteando con señoritas y persiguiendo a los malos. En este caso, el malo no tiene demasiado interés. Es uno de los más flojos de la saga bond. La espía colaboradora tampoco es demasiado atractiva y los escenarios no son tan exóticos como en otras películas. Es de agradecer sin embargo que hay menos tontería sexual de lo habitual. La escena inicial que suele sorprender, es bastante vulgar en este caso. Las persecuciones sin embargo están curiosas e incluye un coche con mando a distancia. El coche en este caso, es lo más relevante de la película. Hay también un diálogo notable con un asesino de acento francés.