Enésima película de patriotismo americano. Con una amenaza que destruirá el mundo (¿por qué siempre hay alguien que se quiere cargar el planeta?) en forma de organización terrorista, y por otro lado la CIA como la organización que lo evitará. Aunque el que realmente lo evitará será un ciudadano de a pie, por supuesto, porque cualquiera puede salvar al mundo y todas esas chorradas de siempre. En este caso el típico ladrón y estafador de poca monta, graciosete y tal, con una inteligencia superior, claro, no podía faltar.

Tampoco puede faltar la mujer florero de turno a la que hay que salvar junto al mundo entero. Básicamente porque no pueden saltarse ningún tópico. El final ya sabemos cual es: los malos muy malos pierden, y los buenos muy buenos ganan. Inesperado. Música pretenciosa para resaltar lo heroico de la misión y todos felices y contentos.

Personajes estereotipados, historia vista cien veces y de duración excesiva. Tiros. Más tiros. Nula ambientación, nulo entretenimiento y predecible hasta en los diálogos.

Basura. No merece ni un minuto de tu tiempo.