Vamos a ver, Jon Hewitt ¿pero tú has visto bien a Hanna Mangan-Laurence? ¿De verdad pretendes hacernos creer que esa chica se encuentra sola en la vida? Pero por favor, si se le deben de arrimar los hombres hasta en la cola de la pescadería ¿Quieres hacernos creer que necesita prostituirse para conseguir cenar unas patatas fritas y dormir en un hotel de mala muerte? ¡Pero si un pivonazo así entra en una discoteca y sale con siete proposiciones de matrimonio en firme! Yo creo en 'la magia' del cine, pero algunas cosas rayan el absurdo.

Pasemos a la parte erótico-festiva. Si la carátula de una película viene representada por el trasero y las piernas cruzadas de una mujer simulando una X, y la peli trata de la prostitución, yo lo menos que espero es que que las protagonistas se desnuden integralmente y varias veces a lo largo de la película. Y eso aquí no pasa. Aquí sale algún desnudo fugaz, de refilón, y de chicas que no tienen ni una frase en la peli. En ese aspecto me siento timado, a la vez que frustrado porque Hanna no nos enseñe ni siquiera el trasero.

Y otra parte criticable es la artificial que es la trama. Demasiadas casualidades, aparte de que si una persona quiere desaparecer, basta con coger un taxi e irse otra ciudad. Para cuando consigan seguirle la pista, ya andará muy lejos.

Le doy un 3 porque se deja ver y la chica hace bonito, pero estoy siendo muy generoso.