Si algo me encantó de remate en este tercer tomo de temporada fue el final que tiene, con ecos incluso al cine de Kubrick. EL MOMENTO WALDO, capítulo al que no me importaría situar con medio punto más por encima de sus más destacados, ofrece una de las mayores sátiras que recuerdo en TV.

Un cómico que da voz a un puto peluche azul desde una pantalla se convierte en la voz del famoso y divertido Waldo, un personaje animado que, incluso, logra optar a ser candidato en las elecciones que se celebran en este excelente capítulo final de temporada de nuestra BLACK MIRROR.

Es un constante golpeo en el estómago del espectador; más, el actor que lo interpreta, me parece un tipo muy ajeno a Waldo en su vida privada... Y, creo que puede verse con múltiples lecturas. Por contradictorio que pueda leerse esto.

Lo poco que pueda aportar aquí, creo que puede servir para arrastrarte a verlo. Y lo que puedas ver, es para ti.

Y para nadie más.