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Voto de Juan Marey:
9
Drama Basada en hechos reales. Barbara Graham es una mujer de pésima reputación que frecuenta bares inmundos y que ha sido condenada por crímenes mezquinos. Dos conocidos suyos cometen un asesinato y, cuando los atrapan, empiezan a sospechar que Bárbara los ha delatado. Para vengarse, deciden inculparla y es condenada a muerte. La mañana del 3 de junio de 1955 entra en la cámara de gas de la penitenciaria de San Quintín (California). Duro ... [+]
29 de diciembre de 2013
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡QUIERO VIVIR¡ se basa en el caso real de la condenada a muerte por el asesinato de una anciana, Bárbara Graham (Susan Hayward), una mujer de pésima reputación que tras una infancia en una familia desestructurada, deambula por bares a la búsqueda de dinero fácil, que obtiene de hombres a los que seduce y engaña, aunque intenta encauzar el rumbo de su vida y se casa y tiene un hijo, su matrimonio no arregla sus problemas y regresa a su vida anterior, esta vez con las consecuencias trágicas antes comentadas.

La película comienza con el frenético relato de la mala vida de la Graham y constituye una brillantísima primera media hora, movida por el ánimo desbocado de una mujer “sátira, astuta, con alma de tigresa, con la mala suerte de ser joven, amoral, atractiva, y culpable hasta el cuello”, tal como la describe uno de los periodistas. Frente a ese sensacionalismo y el linchamiento moral, Wise propone un intento de veracidad, conjugando un cierto tono documental y periodístico con la progresiva relajación del tempo de la película, sustituyendo las atrevidas elipsis de la primera parte, por un estiramiento de los minutos, para ir llegando al tormento interior de esa mujer que no tiene por qué sufrir la tortura de una muerte lenta, independientemente de si es o no culpable, según la tesis contra la pena máxima que esgrime Wise. El director se esmera en la creación de una tensión casi insoportable con todos los detalles que preceden a la muerte de la condenada: el descubrimiento de la cámara de gas, la minuciosa preparación de las bolsas que producirán el gas letal, la última comida, la confesión, el lento paso del tiempo, las palancas y mecanismos asesinos, el público morboso que va a ver la ejecución, la posibilidad de un indulto a través del teléfono, el aplazamiento momentáneo y torturador, la llegada inminente de la muerte...

Robert Wise fue uno de los más grandes y versátiles cineastas de Hollywood, un todo terreno que igual te hacía “Star Trek” como “West Side Story”, o películas de la talla de “Marcado por el odio”, “La torre de los ambiciosos”, “La amenaza de Andrómeda”, o la mencionada “¡Quiero vivir!, pero lo que realmente destaca sobre el resto, es una actriz, una extraordinaria mujer actuando en una película. Susan Hayward tiene algo que le añade un punto extra a cada escena en la que aparece, un toque entre vulgar y macarra, por un lado, pero al mismo tiempo delicado y frágil, por otro, todo ello nos lo muestra en esta película, en un papel por el que consiguió el Oscar a la Mejor actriz gracias a su sensacional y angustiosa interpretación.

Una historia conmovedora que te mantendrá en un constante estado de suspense. Una magnífica película.
Juan Marey
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