Desconozco las razones del director Tom Hooper para una nueva adaptación al cine de la inmortal obra de Victor Hugo (existen ya unas cuantas, la última dirigida con calidad por Bille August)). Cabe la posibilidad de que el renacimiento del musical como género en la actualidad hollywoodense con Moulin Rouge, Dreamgirls, Chicago, Hairspray, Sweeny Tood, añadido a que el éxito del musical en los teatros de Broadway sea incuestionable le animaran a emprender este proyecto que comienza con brío y valentía con la secuencia en los astilleros con una Jean Valjean 'Jackman' que demuestra sus tablas y profesionalidad de sobrada calidad vocal en el papel de este perseguido sufridor y un sorprendente Rusell Crowe perseguidor implacable del que no conocía su capacidad para el cante. Lo más destacado sin duda alguna es la desgarradora, sufrida e increible interpretación de Anne Hathaway que por momentos llega a contagiar su cruel desdicha al verse incapaz de controlar la barbarie a la que se vé sometida por la incapacidad de dar la pensión a su hija asumiendo las vejaciones y torturas poniendo en venta su cuerpo. Esta nueva adaptación de Los miserables es un continuo despliegue de canciones que no dá respiro alguno al espectador y que a mi parecer hubiera sido aliviada por algún diálogo del que carece por completo, lo que puede llevar a un cansancio progresivo. Además a este drama tan profundo no le hace ningún bien las irrisorias y payesescas actuaciones de Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter como padrastros insensibles y aprovechados que sólo aportan desequlibrio en las sensaciones musicales. En definitiva, el amante del musical ' Bigger than life' disfrutará y el aficionado al cine quizás no tanto si exceptuamos por supuesto a la maravillosa Hathaway como Fantine, al entregado Jackman como Valjean y al inusual Rusell Crowe cantante como Javert.