Extraña sensación la que uno experimenta cuando ve esta película. Innegablemente, una buena película… pero sin más. Aquellos que nos esperábamos el gran espectáculo que la victoria en los Globos de Oro parecía indicar, saldrán un pelín defraudados. Y repito, es una buena película, con aspectos y garantías notables, pero que en ningún momento llega a ser esa GRAN película que merezca estar entre las grandes mencionadas del año. A falta de ver algunas de las otras candidatas, está lejos de alcanzar a ‘El Lobo de Wall Street’.

Tengo un pequeño problema con su guión, que se guarda un par de sorpresas muy notables (una de ellas añade la aparición de un actor secreto de sumario) y la va ligada al mismo, pues es el montaje de la misma. Dos hora y veinte minutos de película que son muy entretenidos, pero donde sobran alguna que otra escena que no nos viene a decir nada.

David O. Russell, cuyo estilo queda patente tras su anterior y esta película (ese uso de los zooms “alocados”, el máximo rendimiento a sus actores protagonistas…) quedando como un buen artesano capaz de hacer productos muy loables.

Sus actores protagonistas están bastante bien. Cabe destacar, por encima de los cinco principales, a Christian Bale, cuya actuación es sobresaliente (como nos tiene acostumbrados) y logra conectar con el espectador. Durante su visionado, a pesar de ser un personaje que parece nacido para perder, el querer oponerse con todas sus fuerzas a ello, logra una cierta empatía con el espectador. El look ‘Torrente’ es matador.

Destaca también una sorprendente Amy Adams como “mujer fatal” (y su bajo presupuesto en sujetadores, ¿Todo fue a parar a engordar a Bale?). Quizás da a entrever lo que nos perdimos (estaba muy desaprovechado su personaje) en ‘El hombre de acero’. Bradley Cooper también está muy bien, como agente federal muy particular, pero llega un problema cuando tenemos que hablar de Jennifer Lawrence.

Creo que su personaje, culpa de guión, sobra bastante en la trama y es algo que no tiene nada que ver con su forma de actuar. Es atrayente, pero en ningún momento parece que vaya hacer nada. Ella es el desencadenador de alguna solución, pero realmente si no apareciese no perderíamos nada. Por último tenemos a Jeremy Reener, con un pelazo que nos recuerda a Elvis como el único político más o menos honrado que cae en las fauces del león y Reener está bastante bien porque aprovecha los pocos momentos que tiene para lucirse y tiene buena química con Bale.

Así que podemos decir que David O. Russell saca el máximo partido posible a un guión bastante normalucho, que abusa un poco de la voz en off y a la que le falta una gran escena central. Hay momentos notables, pero esperábamos un poquito más.

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