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Venezuela Venezuela · maracaibo
Voto de Cepeda:
10
Serie de TV. Drama Miniserie de 7 episodios. Kentucky, años 60. En plena Guerra Fría, la joven Beth Harmon (Anya Taylor-Joy) es una huérfana con una aptitud prodigiosa para el ajedrez, que lucha contra sus adicciones mientras trata de convertirse en la mejor jugadora del mundo ganando a los grandes maestros, en especial a los rusos.
17 de noviembre de 2020
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente trabajo, Netflix conmociona y se atreve a lanzar una miniserie cuyo sustrato visual elemental y primerizo, es el ajedrez, su título hace alusión a una apertura del gran juego, más que un juego, es toda una construcción mental de ataques, defensas e infinitas estrategias, milimétrico y refinado la serie construye un drama muy humano y sobrio alrededor de una joven prodigio, que deslumbra a propios y extraños, por su talento divino para masacrar a sus oponentes en quince, diez o cinco movimientos y para asombrar al espectador común y sencillo neófito del gran juego, así como crear un ambiente de confort y placer para los verdaderos ajedrecistas.

La serie ahonda en los problemas serios, delicados y profundamente reales de Elizabeth Harmon con la adicción por el alcohol y drogas tranquilizantes, sustentado en una infancia dolorosa, llena de desgracia, construye un sendero para la grandeza, a través de la auto-experimentación de lo duro, que la vida puede ser, edifica una tragedia constante, donde la tristeza y la incomprensión son los principales aromas de una vida marcada por la desolación y el abandono; a largo de sus vivencias, la protagonista se relaciona de manera simbiótica y muy bien concebida con distintos personajes, llenos de carisma, sentimiento y perfectamente interpretados, cada secuencia tiene un sentido cuidado y detallado sobre el desarrollo de la personalidad de la actriz protagonista, cada escena y cada fotograma dibuja un delicado lienzo sobre el cuerpo de Beth Harmon, mientras recorre su camino hacia la grandeza.

Técnicamente, la miniserie es espectacular, diseño producción de altura, fotografía cuidada y preciosista, representan una gran parte del acierto de esta gran obra, mención dorada y aparte merece Anya Taylor Joy, actuación sobresaliente, potente, inmersiva, sus ojos guían los compases de la cámara y ella lo adora, cada elemento gira alrededor de su inmensidad, su gravedad es muy potente y es capaz de atraer incluso la luz de los objetos más brillantes, probablemente la actuación que la catapulte hacia el éxito.

Historia bien hecha, cuidada, actuaciones serias, correctas e impecables bajo una dirección milimétrica, sentida y orientadora, resultan los medios correctos para transitar el camino de la grandeza, ese mismo, que caminó lentamente Beth Harmon.
Cepeda
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