Qué su argumento quepa en una servilleta de papel no quita para que sea entretenida. Está claro que Robin Givens sólo puede hacer de tía hija de puta con esa cara que tiene y la mala fama que ha adquirido, y que Halle Berry, a pesar de sus seis dedos en los pies, no deja de ser una criatura celestial... Aunque imaginártela con los seis dedos de más miedo que ganas de tenerla entre los brazos. El film entretiene y Murphy que, el cual estaba en su mejor época, llegué al extremo de su egocentrismo (obviaremos la porquería que es "Noches de Harlem" -1989-), tampoco ayuda para querer la película. Lo que explica la nota tan baja. Merece un 5, ya que se acepta y entretiene y personajes como el interpretado por una Grace Jones hacen mucha gracia queriendo enseñar su vagina a todo el mundo y creyéndose una diva absoluta cuando hay más de un millar de mujeres más guapas que ella.

Sólo le doy el cinco porque se puede ver y tiene puntos que resultan interesantes. Eso sí, algunos personajes molestan más que añaden a un film cuyo argumento es tan poca cosa que a veces se te olvida de que va. Pero la lección de "karma" que experimenta el tal Marcus (Eddie Murphy) debería de ser habitual en el mundo real... ¡Ojalá! jajajaj.