Hace años, cuando era adolescente, vi en el cine una película dirigida por Robert Redford y con unos magníficos Mary Tyler Moore, Donald Shuterland y Timothy Hutton de Protagonistas que se llamaba GENTE CORRIENTE en su título español. Faltaban dos semanas para la entrega de los Oscar y el Teatro Lópe de Vega de Valladolid estaba lleno de gente que se emocionaba con esa historia trágica de familia desestructurada por la tragedia. Yo tenía 15 o 16 años y me sentí reflejado en el personaje introvertido de Hutton y cambie mi forma de ver cine. Lonergan repite con maestría aquella fórmula que las tv movies habían empobrecido en estas últimas dos décadas.
La pequeña historia que narra esta conmovedora película se convierte en grande por la maestría de su director y guionista y por un reparto acertado con un Affleck prodigioso y una Willians portentosa. Todos los actores acompañan con interpretaciones de la más alta calidad. Fotografía, música, diseño de producción...todo orquestado para conseguir una historia extraordinaria que apasiona y conmueve con igual fuerza.
Uno de los grandes competidores de esta edición de los premios de la Academia que en años de cosecha menos atractiva podría haber arrasado.
Más allá de sus nominaciones el espectador se encontrará con una gran película.