El tercer mundo y más concretamente el continente africano camina por veredas mientras el mundo accidental lo hace por autopistas.

Aun así, de todos los países africanos, la República de Sudáfrica es el que tiene una mayor penetración de la cultura occidental por la antigua implantación de la colonia británica.

Jérome Salle centra en este país su película policíaca con un casting de peso encabezado por Orlando Bloom y Forest Whitaker, pero el buen hacer de ambos no sacan a flote una película bastante aburrida, carente de tensión y de una intriga sostenida más concordante con el tono de las de serie B de televisión que hacen dormitar al personal en cualquier tarde de un domingo.