Hay personas religiosas que tienen un corazón de oro, especialmente las que realizan una gran función diaria atendiendo a aquellos que les necesitan no teniendo ninguna expectativa en cuanto al reconocimiento público de su labor, saben que hacen lo que deben y tienen más que claro que siempre es mejor dar que recibir.

Leo McCarey puso en sintonía a este tipo de personas a través de su película, Santa María convertida en escuela dirigida con la mano cariñosa de Sor Benedicta y del padre O´Malley, unos papeles entrañables que siempre saben atender a todo el mundo con una sonrisa.

Magnífica Ingrid Bergman capaz de expresar con su rostro la bondad personificada así como una vocación de entrega más absoluta.

Buen trabajo de Bing Crosby irradiando naturalidad, positividad y alegría en todo momento.