Reconozco cierta tendencia al cine francés, sin embargo nunca me había interesado la obra de Blier. Me senté en la butaca sin saber nada de esta película, no tenía ningún juicio previo, y la verdad es que me gustó.

Cierto es que la historia en sí tampoco es muy original, e incluso que por momentos los diálogos son previsibles. Sin embargo creo que el encanto de esta película reside en que Blier, lejos de tratar hacer una película que trascienda, pretende hacer "su pelicula" indagando en los deseos y las pasiones inalcanzables en tono de comedia. Creo que Blier plasma en su cinta sus propios deseos y fantasías (que podrían ser las de muchos) obviando los tabúes de las relaciones políticamente incorrectas.

Para ello cuenta con Gerard Depardieu, que sin hacer un papelón sigue siendo uno de los actores europeos mas importantes de los últimos 30 años; con el "inocente" Campan que vive entre los celos y las consecuencias de sus mentiras, y sobre todo con Monica Bellucci, sin la que la película no se sostendría en pie, y que es ese tipo de actrices que llenan la pantalla con su sola presencia, sin decir una sola palabra. Recuerdo la escena del "Dracula" de Coppola en la que junto a sus dos compañeras dan rienda suelta a un eufemismo erótico sin mediar palabra.

Haciendo un simil musical, para mi Blier trata de hacer una "obra de cámara", íntima, para su propio deleite y diversión, lejos de buscar una aceptación por parte del espectador. Esto obviamente es arriesgado y probablemente no consiga la aprobación general, pero si consigue hacerte entrar en ese juego privado y tienes cierta empatía con el personaje de Bernard Campan, la película deja buen sabor de boca.