Enésimo telefilme alemán que Antena 3 tiene en nómina para rellenar la parrilla de las tardes dominicales. Sinceramente, y a pesar de lo que digan algunos, si no existieran las películas para la televisión nos faltaría algo. Es cierto que muchas, eso hay que reconocerlo, no valen ni para entretener, pero otras muchas sí que cumplen su cometido y no hay que despreciarlas porque no entren dentro de lo que se da en llamar “buenas películas”.
En el caso de la cinta que nos ocupa, tenemos a una joven que no sabe qué hacer con su vida y a un cuarentón que desde que desapareció su amada no ha podido levantar cabeza. Ella es idéntica a la mujer que se marchó de su lado una década atrás y por eso él procurará atraerla a su lado, provocando las suspicacias de una localidad que esconde secretos inconfesables.
De entrada, tenemos un planteamiento no demasiado productivo (resulta poco complicado hacerse una idea de por dónde irán los tiros argumentales más o menos hacia la mitad del metraje), pero bastante eficiente y las bazas para dar sorpresas son pocas, pero cumplen y son bastante bien aprovechadas. Todo ello, unido a una buena ambientación y a unos actores cumplidores aunque tal vez si acaso con unos personajes con poco desarrollo, nos dejan una película que logra su sagrado cometido de entretenernos las tardes.

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