La venganza se sirve en plato frío. Eso debió pensar el bueno del potro italiano cuando intentó vengar a su amigo Apollo Creed del soviético Ivan Drago. Esos nombres ya no se olvidan en la vida, y ahí se demuestra el alto nivel de esta película. Si trasladásemos el ring al terreno futbolístico, hoy el de Philadelphia sería Lionel Messi con ese golpe mágico, el pundonor y el coraje, mientras que el rubio platino sería CR7, alguien creado en un laboratorio, muy perfeccionista en el cuadrilátero y con un golpe letal. Apollo sería Yaya Touré de la película. Destaco una banda sonora impresionante, y al ''pesao'' pero grande a la vez Tío Paulie. El comienzo de la peli es sublime con esos guantes buscándose para chocar y la voz del comentarista de fondo, ufff!! no me queda más remedio que volver a verla ahora! Un 10 de película, la mejor de la saga, seguido de su antecesora 3ª parte.