Sinceramente, no sé qué problema ha tenido la crítica con Infamous.
Dentro de que la influencia de la historia real de Bonnie & Clyde es muy grande y, por supuesto, cualquier comparación con el clásico dirigido por Arthur Penn con Warren Beatty y Faye Dunaway está de más, lo cierto es que Infamous no sólo no está nada mal, sino que además viene a decirnos algo muy importante sobre nuestra sociedad: somos idiotas.
Infamous es una crítica feroz y muy acertada sobre cómo nos han idiotizado las redes sociales como grupo, sobre cómo idolatramos a según qué individuos y sobre cómo la necesidad de "likes" y de creerse alguien en el mundo virtual a veces es más importante que vivir en sí. Sin duda, la dirección de Joshua Caldwell podría haber sido más elegante (no es ningún Hitchcock, desde luego), y por supuesto que los diálogos podrían haberse repasado entre insulto y palabrota, pero es lo suficientemente entretenida y dinámica, y su mensaje suficientemente esclarecedor e importante, como para recomendarla y reivindicarla, porque en absoluto es tan mala como se ha dicho. No es mala, de hecho, en absoluto.
Además, tanto Bella Thorne como Jake Manley realizan unas interpretaciones muy apasionadas, llenas de energía. Ella ha sido muy alabada, y desde luego que está fantástica (atención a su reacción en el plano final, cuando ve la reacción de la gente), pero sería injusto olvidar a Manley, que aunque trabaja con un personaje más pobre, también sabe encontrar su sitio (ver cuando Dean recrimina a Arielle que se haga una foto en cierto momento, con los campos de petróleo al fondo; fabulosa Thorne también en la escena).
En definitiva, una película que es casi un videoclip en su estética, muy moderna y totalmente en la onda del mundo que retrata la película, pero contundente en su mensaje sobre a qué extremos estamos llegando por las redes sociales, los "me gusta" y la idolatría de influencers y demás fauna 100% siglo XXI.

Lo mejor: Su función de espejo de la sociedad en que vivimos. El retrato es aterrador. Y, por supuesto, la pareja protagonista, en especial Thorne, pero sin olvidar a Manley.
Lo peor: La realización, viceoclipera y "modernilla", no tiene nada de especial, y los diálogos a veces podrían haberse beneficiado de una re-escritura.