Daniel Radcliffe sigue empeñado, muy inteligentemente, en alejarse todo lo posible de la imagen de Harry Potter y los circuitos comerciales. En Fuga de Pretoria interpreta al activista sudafricano Tim Jenkin con un aspecto casi irreconocible, y con su habitual profesionalidad y versatilidad. No se entiende muy bien el porqué del cierto odio que suscita el británico, cuando ha demostrado ya mil veces que es un excelente actor que no tiene miedo a probar todo tipo de géneros y personajes.
La película en sí, además, trata el tema del apartheid y sus consecuencias con enorme respeto y seriedad, llegando al corazón del espectador con una narración cuidada y personajes bien perfilados. Quizás le falta ritmo en algunos momentos, o en bastantes momentos, para ser justos, pero en general la experiencia resulta satisfactoria para el espectador.
Un notable drama sobre uno de los episodios más negros de la historia reciente de África y del mundo.

Lo mejor: Su seriedad a la hora de contar la historia, y la interpretación de Daniel Radcliffe, casi irreconocible.
Lo peor: Le falta algo más de ritmo en algunos momentos.