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Voto de Sibila de Delfos:
6
Intriga. Thriller El multimillonario Nicholas Van Orton (Michael Douglas) tiene todo lo que un hombre puede desear. Pero Conrad (Sean Penn), su díscolo hermano, aún es capaz de encontrar un regalo de cumpleaños que pueda sorprenderle: su ingreso en un club de ocio capaz de diseñar a su medida aventuras y pasatiempos exclusivos.
13 de diciembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A día de hoy, y a falta de ver La habitación del pánico, se puede decir que The Game es la película más floja de la filmografía de David Fincher.
Un momento, un momento. ¿Alien 3 también es mejor que The Game? Pues... en opinión de esta servidora, sí. Jamás he compartido la opinión de que la tercera aventura de Ripley contra el xenomorfo sea tan desastrosa como el mundo y el propio Fincher dicen. Desde luego que no llega a la suela del zapato de las obras de Scott y Cameron, y la pobre Ripley está bastante sola en la función (y el único personaje que tiene algo de carisma desaparece a las primeras de cambio), pero con todo no es una mala cinta de entretenimiento.
¿Cuál es el problema de The Game? Pues tiene dos.
El primero es que, como decimos en el título de esta crítica, a un maestro hay que pedirle más. A alguien que ha rodado Seven, El club de la lucha, La red social, Millennium, Zodiac y El curioso caso de Benjamin Button (y Perdida, que también era un poco más floja), poniendo el listón tan alto y creándose un estilo propio y único dentro de los cineastas más interesantes de las últimas décadas, hay que pedirle siempre la excelencia, y aquí no la consigue ni de lejos.
Y no la consigue básicamente porque es llegar el final y tirar por tierra todo el esfuerzo hecho hasta ese momento. El final de The Game es básicamente un insulto a la inteligencia. Te deja cara de idiota después de dos horas muy entretenidos sufriendo con las desgracias de un Michael Douglas en una gran interpretación. En conjunto, es una propuesta que peca de cobarde, a la que le falta mucha mala baba y mucho atrevimiento (incluso violencia, podríamos decir), y que tenía cancha de sobra para ser mucho, muchísimo más siniestra, "malrollera" y malsana. Más o menos como su comienzo, que es sin duda lo mejor de la película.

Lo mejor: Sus primeros 20 minutos, muy Fincher.
Lo peor: El final. Terrible.
Sibila de Delfos
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