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Voto de Sibila de Delfos:
8
Ciencia ficción. Bélico. Acción Setenta años después de una guerra entre seres humanos y extraterrestres, un niño es enviado a una escuela militar espacial con el fin de prepararlo para una futura invasión. Adaptación de la popular novela de ciencia-ficción de Orson Scott Card.
1 de diciembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El juego de Ender es la mejor película del periplo americano de Gavin Hood. Teniendo en cuenta que las otras dos son la decepcionante Expediente Anwar y la poco aprovechada Lobezno, quizá tampoco es mucho decir para algunos. Pero sí es mucho decir.
Y lo es porque la adaptación de la novela de Orson Scott Card es muy buen cine de ciencia-ficción.
En un año en el que Gravity ha reescrito las reglas visuales y narrativas del género, es un regalo encontrarse con una película como El Juego de Ender, que está casi al nivel de la cinta de Alfonso Cuarón en lo visual. El acabado es impresionante, absolutamente espectacular, y cumple con creces con la función de introducir al espectador en el mundo de la Escuela de Batalla. Pero la película de Hood es mucho más que efectos visuales y espectaculares escenas de batalla (que las tiene). El guión, escrito por el propio cineasta sudafricano, ha de renunciar a ciertas tramas de la novela que era prácticamente imposible adaptar (y aun así, se echa en falta que se hubiera hecho un pequeño intento de hacer justicia a los hermanos del protagonista), pero a cambio acierta plenamente en la plasmación de todos los temas más importantes de la novela de Card: la guerra, la moralidad de las acciones bélicas, el espacio para los remordimientos, la manipulación y por supuesto la inquietante perspectiva de los niños-soldado. Hay emoción, hay mucha intensidad en la narración (atención a la secuencia final, o los momentos que comparte Ender con Valentine) y eso es algo que no pueden decir todas las películas. Hay interés por saber qué les va a ocurrir con los personajes y el espectador sufre y lucha con ellos. En parte es gracias a la inmaculada presencia de un Asa Butterfield soberbio, que con sólo 16 años mira de una forma espectacular, haciéndonos creer todas las emociones de su personaje. Como a Jennifer Lawrence en Los Juegos del Hambre, lo seguiríamos a cualquier parte.
Sin embargo, las consecuencias de la decisión de Ender tras consultar con su hermana (una breve pero muy acertada Abigail Breslin) devienen en un rato que nos presenta al siempre interesante Ben Kingsley, pero que pierde el ritmo de forma alarmante, haciendo que sea imposible ponerle más nota al filme. Afortunadamente, el apoteósico final y lo que implica para los personajes, especialmente para Ender, arregla el pequeño desaguisado y logra que el sabor general del film sea bueno.
No parece que la taquilla vaya a permitir que Ender se convierta en saga, pero lo hubiera merecido, porque el resultado de la película inicial no sólo es muy bueno, sino que admitía mucho margen de mejora para convertirse en algo realmente grande. Injusticias que tiene a veces el cine.

Lo mejor: El acabado visual, mérito a pachas de Hood como director y del maravilloso departamento de efectos visuales, la manera de plasmar los dilemas morales y sociales de la novela y la interpretación de Asa Butterfield.
Lo peor: Hay personajes que quedan descolgados (Petra, por ejemplo, interpretada Hailee Steinfeld), no se ha intentado siquiera plasmar la importancia de Valentine y Peter en la historia, y hay un bajón de ritmo que casi da al traste con todo lo conseguido hasta entonces.
Sibila de Delfos
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