Un reparto extraordinario bajo la batuta de un director extraordinario en estas cuestiones de temática de guerra, no me terminan de consolar de la sensación de abandono que me produce sentir que se han dejado un montón de historias sin terminar o a las que se ha otorgado un hachazo impresionante.
Con un comienzo y presentación magnífico, nos situarán en un pequeño pueblo pesquero bajo ocupación alemana, donde sus habitantes esperan con impaciencia la llegada de las armas que les permita volver a recuperar lo que una vez fueron...
Porque éste es el quid de la cuestión.
Milestone ha querido presentarnos a todos y cada uno de los personajes que circulan en esta cinta, presentándonos su drama particular, sus ideas, su sensibilidad, su posicionamiento ideológico o de conciencia...Con algunas de estas subtramas verdaderamente interesantes y jugosas que hubieran requerido más sensibilidad a la hora de abordarlas, en vez de los fríos e insensibles carpetazos con que se ventila el asunto.
Y no me estoy refiriendo a los numerosos momentos de buen cine que despliega ( que es la verdadera razón por la cual esta cinta merece la pena verse), sino a la increíble torpeza con que aborda los momentos melodramáticos que él mismo se ha encargado de apuntalar y que derriba de un plumazo.
Durante toda la peli, me estuve preguntando cómo podía ser que, con semejantes momentos propicios a la emoción más desbordada, me sintiera más frío que un congelador en el Polo Norte, hasta que me di cuenta de que no era yo...Es que Milestone no ha sabido aprovecharlo.
Por lo demás, no quiero destacar a unos actores sobre otros ya que esto es un drama coral y todos ellos hacen un gran trabajo. Algunas escenas son de altura. Espero que lo disfruten más que yo.