Si te gusta el peculiar sentido del humor de esas dos series, es decir, soez, bestia, muy políticamente incorrecto, absurdo y a la vez mucho más inteligente de lo que parece, te encantará esta película. Y si te han gustado anteriores películas de los mismos guionistas de esta, Evan Goldberg y Seth Rogen, como Superfumados y Supersalidos (los títulos lo dicen todo) no te la puedes perder. Si por el contrario no te hace gracia ese tipo de humor y de películas no te molestes en verla porque perderás el tiempo.Está claro que La Fiesta de las Salchichas es una película hecha exclusivamente para un determinado tipo de público.
A mi personalmente me gusta esa clase de humor y al contrario que algunas personas que luego la han puesto a parir tenía muy claro lo que iba ver, sobre todo después de ver el trailer que, por cierto, no enseña nada de los momentos más soeces, bestias y divertidos de la película, cosa que me parece un acierto porque luego te pillan por sorpresa. Aún así reconozco que al principio me costó entrar en la película, seguramente por lo absurdo de la propuesta (esos alimentos antropomórficos diciendo tacos y guarradas) y no fui el único en la sala ya que escuché más de una risita nerviosa en plan "¿pero qué coño es esto?". Afortunadamente pronto entré en el gamberro juego de Goldberg y Rogen y acabé disfrutándola y partiéndome de risa con algunos momentos absolutamente brutales al nivel de los capítulos más salvajes de las dos series del título de mi crítica. Y me encantaron personajes increíbles como la malvada ducha vaginal, la taco lesbiana o el chicle en silla de ruedas.
En cuanto al dibujo y la animación no es que sean precisamente una maravilla y están lejos de lo que hacen gente como Pixar o Ghibli, pero tampoco son nada malos y cumplen con creces. Además está bien dirigida, los personajes están muy bien interpretados por un grupo de grandes actores cómicos estadounidenses más alguna colaboración (por supuesto me refiero a la versión original), el montaje es bueno y la banda sonora está muy bien, destacando el tronchante uso de canciones como I'd Do Anything for Love de Meat Loaf.
Además, por absurda y estúpida que pueda parecer, insisto en que, al igual que South Park o Padre de Familia, en el fondo es bastante inteligente y tiene un mensaje que en este caso es una crítica a las religiones, una de las más feroces que he visto nunca en cine, presentándola como una farsa y un instrumento del poder para tener a la gente atontada, asustada, enfrentada entre sí (genial lo del bollo judío y el pan palestino) y sexualmente reprimida. Y defiende que hay que pasar de cualquier religión y disfrutar de la vida y del sexo todo lo que se pueda.