The Box es una película que desconcierta por la manera en que se desarrolla y por la trama tan paranoica y enrevesada que maneja. No digo que eso sea algo malo, pero es un constante reto al espectador que no termina siendo tan satisfactorio como promete.
La situación de inicio de The Box es buenísima. Una pareja joven, feliz, con un hijo, se enfrenta a un dilema imposible, y parece que la película va a tomar el camino de explicar las consecuencias de esa decisión. Pero no. Richard Kelly toma el punto de partida del cuento "Botón" de Richard Matheson para urdir una trama mucho más compleja e intrincada. No sabría decir si todo lo que viene después de la decisión de la pareja es una genialidad o una auténtica tomadura de pelo. El caso es que Kelly tira por otro lado, y cuando parece no tener salida, cuando parece que ha agotado el giro radical que le ha dado a la historia, retoma lo que debería haber sido el desarrollo normal (o esperable) de la trama. Digamos que llega al final lógico de la historia después de haber dejado atrás otra trama que tal vez no aporte mucho. Hay como un "impass" que ocupa media película, un castillo de arena que se siente innecesario, por muy bien que Kelly sepa manejar a las mil maravillas los mecanismos para crear intriga y tensión en el espectador.
Si no se termina de entender lo que escribo es porque, pasados unos días, aún intento ubicar The Box dentro de mi cabeza. No sabría decir su género, ni sus intenciones, ni explicar muy bien todos sus detalles. Tal vez Kelly lo quiera así, pero sabe que está jugando con fuego, porque todos los espectadores no tienen la misma paciencia.
The Box tiene buenos momentos, muy en la línea de David Lynch. Y si la hubiera seguido, tal vez hubiera quedado una película aún más radical, pero con las intenciones más claras. El problema de The Box es que cuando quiere ponerse racional, pincha, no sabe dar explicaciones.
Por último, no quiero dejar de suscribir lo que vengo leyendo en muchas críticas. The Box tiene uno de los mayores errores de casting que yo haya visto. En una película así, necesitamos a unos protagonistas que nos ayuden a creernos la historia, que motiven al espectador previsiblemente desubicado. Nada de eso. A Cameron Díaz el papel le viene grande, y James Marsden no transmitiría nada ni aunque le fuera la vida en ella. Qué mal están los dos. El único que salva la función cada vez que aparece es Frank Langella, pero eso no es una sorpresa.
Conclusiones: The Box no va a gustar a todo el mundo, ni creo que lo pretenda. Su historia toca muchos palos, pero no llega a apostar por uno en concreto. Es una película que funciona principalmente en su primera hora, pero que luego se desmorona. Los actores no nos ayudan en ese difícil camino. Salvaría de ella su manera de crear tensión y su aire de thriller conspiratorio años 70. Para los amantes de películas "raras", aquí tienen una con la que tienen para debatir un buen rato.