Dios santo de mi vida que cosa mas MALA, ya no sólo como adaptación de DragonBall (que tendria una nota negativa inmensa) sino como película en sí.
Existen cinco tipos de espectadores de este engendro: los que siguen el manga, los que no lo conocen, los críticos entendidos que lo siguen, los críticos que no lo conocen (porque no se han puesto, porque conocerlo lo conocemos todos, eso está fuera de toda duda) y los niños pequeños que se flipan con cualquier porquería infantil que haga Disney (y ojo que soy gran fan de Disney, pero es que últimamente no levantan cabeza tampoco). Pues bien, esta sería una de las pocas películas en la que todos, absolutamente todos coinciden. Y eso no dice nada bueno de ella.