Hay muchas críticas sobre este film -algunas he leído- y ya han pasado años desde su estreno. Sin embargo la grave seriedad de su temática y la sobriedad de su abordaje y realización, me motivan a decir que se trata de un film notable que bueno sería se proyectara en iglesias y escuelas parroquiales... Y no solo por los ignominiosos hechos pasados de que da cuenta, sino porque aunque muchas cosas han cambiado en materia de derechos humanos en general y de la mujer en particular, esto que relata -y por ende denuncia- el libro -primero- y Frears -después- SIGUE PASANDO entre muchachas embarazadas; pobres o no, a las que se roban bebés en centros de salud públicos y privados del mundo -en particular del subdesarrollado-, o se las insta a formar parte de un circuito comercial de tráfico de personas, vientres subrogados (legalmente en algunos países), tráfico de órganos, etc. etc.
Sin que le falte humor, es una película de honda emotividad y adulto tratamiento que -además- no busca basarse en un hecho con final feliz hollywoodiano, sino en uno de los tantos casos en los que la resolución no es la esperada -ni la deseada- por el público mayoritario.
Y para ello cuenta con una solvente dirección y magníficas actuaciones, interesante marco escenográfico y reveladora información verídica sobre un tema realmente grave a nivel mundial. En síntesis, muy recomendable -y tal vez doloroso de digerir- para esa masa de gente a la que podemos calificar de "buen cristiano".