En principio, la única razón que me animaba a ver esta película era su director, ya que nunca me habría llamado la atención su argumento de otra manera. Después, también se le sumaron las buenas críticas. Así que me esperaba una historia divertida de este producto tan familiar y casero, pero ha conseguido dormirme en menos de cinco minutos.
Para empezar, no entendía nada de lo que hablaba esta mujer y, cuando lo comprendía, me aburría por entero. Su primera escena me engañó, ya que me me pareció graciosa y confiaba en que el resto de la película fuera igual, pero después no encontré ni una sola escena que me hiciera reír o me pareciera digna de ser mencionada.
Sí, un buen final haciendo honor a la picaresca, pero no. No encontré las excelentes actuaciones que me prometían, ni la historia desternillante de la que todos hablan. Sólo a una mujer coñazo... exacto, malhablada. Una vecina como otra cualquiera. No entiendo sus buenas críticas ni qué tiene de graciosa esta mujer o su entorno.
Otros dicen que es una película muy realista, que refleja perfectamente el ambiente en el que vive esta mujer. De acuerdo, la vida de mi perro también es muy realista y no por ello hago una película de su día a día, sólo porque a mí me haga gracia cómo se rasca el culo contra el suelo después de cagar. En serio, soporífera.