Tan solo después de cinco años de la terrible y olvidable Spider-man 3 (las dos anteriores de Raimi eran más que correctas) nos llega un reboot, que a priori parecía demasiado atropellado, dada los pocos años que habían pasado, ya que el refresco de la anterior trilogía (empañada por culpa de la última entrega) iba a estar muy fresco.

La promoción del film se ha basado en unos primeros trailers algo flojos, unos últimos bastante mejoras, unas fotografías que dejaban al traje del protagonista en muy mal lugar y unos bocetos y figuras del Lagarto que hacían temer lo peor. Quizás lo único que llamaba la atención era el genial reparto escogido.

Hoy se estrena la nueva película del trepa muros, y podemos decir que estamos ante un gran película, cosa que, para un servidor, es una grata sorpresa.

La acción arranca con el pasado no contado de Peter Parker (el cual, dudo que sea muy fiel a los comics) para mostrarnos de nuevo la pérdida de su tío Ben (genial Martin Sheen), la adquisición de sus poderes (otra forma de dárselos, quizás mejor que en la película de Raimi), y la carga de la responsabilidad (la citada muerte del tío Ben, que no es tan impactante como en la otra, aunque también esta muy bien). Todo esto tarda en desarrollarse, aproximadamente, una hora. Podrían haber ido por el camino fácil y empezar la película con un Peter ya con poderes y con todo resuelto enfrentándose al villano de turno (cosa que tampoco hubiese desagradado a un servidor), pero en lugar de eso, han preferido empezar de nuevo desde el principio, con calma y sin prisas, con el añadido de la inclusión de los padres de Parker, lo cual le da misterio a la película, y muy probablemente, a la trilogía (o saga).

El reparto de la película es fabuloso. Andrew Garfield es el Parker perfecto y demuestra ser un gran actor; Emma Stone nos enseña porque es una de las actrices jóvenes con más proyección y consigue una gran Gwen Stacy (no como la de la tercera parte de Raimi, que era un florero…); Rhys Ifans consigue un villano comedido y muy fiel al cómic; el resto del reparto están todos muy correctos, destacando a Dennis Leary o Martin Sheen.

El guión esta muy conseguido, y si bien se podría decir que falta acción en la película, uno nunca se aburre durante la proyección, dejando unos diálogos y situaciones cómicas, dramáticas y muy disfrutables, un poco de todo.

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