Scott hace que el film corra lento cuando debe correr rápido (primera mitad) y rápido cuando debe correr lento (segunda mitad). Una introducción necesaria pero que pudo haberse acotado un poco.
Sin duda el argumento daba para más pero el resultado no es para nada malo.

Como todo director Tony Scott tiene sus caprichos, así como a Woody Allen le gusta protagonizar sus propios films, a David Lynch le obsesiona lo surrealista o a Tarantino le fascina la sangre, parece que a Scott le encantan los flashbacks; no es la única película que daña con innecesarios flashbacks videocliperos, y en éste caso lo hace en una de las escenas más importantes del film (DeNiro y Del Toro en el sauna).

La actuación de DeNiro parece un autoplagio de su actuación en "Taxi driver" mientras que Snipes por su parte está bastante contenido, quizás demasiado para mi gusto.

Increíblemente la banda sonora de Zimmer es de las peores de su carrera, lo que no quiere decir que sea mala ya que Zimmer es de los mejores scoristas del cine, pero ¿era necesario poner música española cuando aparece Del Toro?
Y aunque sea DeNiro hay que decir que canta horrible, pobre Mick Jagger.

Lo mejor: la segunda mitad.
Lo peor: los flashbacks y la segunda media hora.