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Argentina Argentina · Hija no reconocida de Madonna
Voto de Ketty Analfer D:
8
Drama Un hombre (Robert Redford) que se ha escapado de la cárcel vuelve a su pueblo, pero sus vecinos, gentes absolutamente degradadas, emprenden contra él una auténtica cacería como si se tratara de una diversión más. Sólo el sheriff (Marlon Brando), un hombre integro y cabal, tratará de evitar su linchamiento. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2013
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película que muestra lo peor de la sociedad, la base de la hipocresía humana. Lo hace de un modo que puede llegar a sonar excesivo, incluso en cierto modo esas actitudes de los ciudadanos me recordaron un poco a "El ángel exterminador" (Luis Buñuel, 1962), la diferencia clara está en que Buñuel siempre opta por el surrealismo y todos los excesos en ese tipo de cine tienen más sentido que un drama realista como el de Penn.

Hellman ya había adaptado relatos sobre los prejuicios sociales ("La mentira infame", William Wyler, 1961) y aquí hace un trabajo más que apreciable mostrando a Redford como la piñata del fiestón de la noche del sábado. La película juega a llevar el ritmo in crescendo pero peca por ser demasiado lenta en el comienzo; la introducción de personajes es interminable, incluso algunas historias secundarias tienen menos peso que una pluma, por ejemplo: los cuernos de Duvall. Si tuviera que comparar el ritmo del film dibujaría la gráfica de un logaritmo.

Pese a su falta de emoción al principio, Penn logra compensarnos con una atmósfera asfixiante muy lograda pese a que el film no se sitúa en interiores; la tensión va subiendo y llega al punto de enloquecernos al ver la impotencia de Brando. Fascinantes los 25 minutos finales.

Aunque este parezca un film de hombres, yo destaco la labor femenina defendida por Fonda y Dickinson, me parecen las mejores del reparto. Brando no está nada mal en es rol de sheriff que recuerda bastante a Gary Cooper en "A la hora señalada" (Fred Zinnemann, 1952). También se destaca a Redford que aparece bastante poco para ser el eje de la cuestión, y que además silba lo que no silbó Bogart en "Tener y no tener" (Howard Hawks, 1944). Atención a un desconocido Duvall haciendo el papel de tonto.

Lo mejor: la escena de la golpiza en la comisaría. Y el final, difícil olvidar a la Fonda caminando por la calle.
Lo peor: un muy lento arranque con una introducción de personajes demasiado extensa.
Ketty Analfer D
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