El realismo con el que se trata la ciencia-ficción es brutal y sobrecogedor. "Te voy a introducir una cinta" (literalmente).
James Woods protagoniza magistralmente este hito de la reflexión sobre el control de los medios de comunicación, que -sin saberse muy bien porqué- destaca por su inconstancia.
Deborah Harry canta mejor que actua, y podría ser más erótica (como todo el film, no es que el desnudo de Woods sea muy apetecible...).
Buen film, pero era de esperar algo mejor conducido.

Ps. Fantásticos los efectos ochenteros, capaces de ser de los más viscerales sin obligarte a apartar la vista del televisor.