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Voto de Chris Jiménez:
4
7.4
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Aventuras. Acción
1935. Shanghai. El intrépido arqueólogo Indiana Jones, tras meterse en jaleos en un local nocturno, consigue escapar junto a una bella cantante y su joven acompañante. Tras un accidentado vuelo, los tres acaban en la India, donde intentarán ayudar a los habitantes de un pequeño poblado, cuyos niños han sido raptados. (FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo el suelo de la India rugen las tripas del Infierno. La diosa Kali exige la sangre y la piel de inocentes para sus propósitos; cuando las piedras sankara sean encontradas una nueva era de maldad someterá al Mundo.
Uno de los cuentos más terroríficos que se hayan escuchado...resulta ser otra aventura de nuestro arqueólogo Indiana Jones.
Todavía a mí me cuesta creerlo, pero es así. Imaginen una historia ideada una noche de copas entre Henry Haggard y H.P. Lovecraft reescrita y modernizada por Wes Craven; ninguno de ellos está implicado en la creación de "El Templo Maldito", claro, sino ese dúo que convertía en oro todo lo que tocaba, los Spielberg y Lucas triunfadores en lo profesional, uno por "E.T.", el otro por "El Retorno del Jedi"...pero un tanto doloridos en lo personal (mientras el primero dejaba a Amy Irving el segundo se divorciaba de Marcia Griffin). Un mal momento para concebir películas.
Y así fue. Esta triste situación conjunta entró en conflicto con su casi obligación de traer de nuevo a ese profesor-aventurero que tantos millones de dólares les había hecho ganar tres años antes, y entre restos de ideas descartadas para "En Busca del Arca Perdida" y otras ocurrencias inventan un tratamiento que pone los pelos de punta a Lawrence Kasdan, quien se niega a escribir nada; Gloria Katz y Willard Huyck son simplemente guionistas de contrato que cumplen con las exigencias y extravagancias de los dos directores. Si muchos años después esta película sería considerada un producto repugnantemente violento y horrible, ¿cómo sería entonces aquel guión original del que tantas cosas tuvieron que eliminarse?
Lo concebido por estas cuatro cabezas pensantes contenía una gran cantidad de sacrificios humanos, esclavos convertidos en "zombies", asesinatos de animales, ceremonias voodoo y un largo etcétera de tonterías asquerosas que demuestra lo mucho que las rupturas trastocaron al cerebro a Spielberg y Lucas. En mi opinión este proyecto debió de haberse parado en seco y reanudarlo dos años después, con más calma...pero el primero, comido por la codicia, no quería que nadie más lo dirigiera, así que, sin mucha fe en ello, se lanzó a la ponzoñosa piscina de sangre de esclavos hindúes.
Pero fueron inteligentes en el Gobierno de la India y prohibieron filmar tal locura, así que la isla de Sri Lanka sirve de escenario, y repartido en dos ambientes muy distintos; esto se relaciona con la un tanto caótica estructura narrativa, que consta de: dos prólogos, una sección muy larga, un clímax y uno de los epílogos más imbéciles de todos los tiempos. Si en "El Arca" las diferentes secuencias de acción y el movimiento de un punto a otro del mapa se hilvanaban de un modo muy ingenioso por Kasdan, Katz y Huyck se dejan llevar por el frenesí gratuito; ya se nos avisa en el número musical que abre el film, "Anything Goes". Sí, todo lo que tenga que ocurrir ocurrirá.
Esta terrible secuencia de introducción pone de manifiesto qué es "El Templo" y su diferencia con el título previo. En primer lugar los hechos se desarrollan antes, curioso, y ahora Jones, en lugar de adentrarse en selvas y pasadizos secretos cual aventurero clásico, enfrenta a unos gángsters sin escrúpulos en un club de Shanghai, muy sofisticado, muy colorido, muy "kitsch"...pero esto no es James Bond, ¿a qué no? Y en mitad de la trifulca con los chinos se cuela una bailarina, Willie (Kate Capshow, futura esposa de Spielberg), quien empieza a quemar los oídos de los personajes (y de los espectadores) con sus puñeteros quejidos.
Esta es la compañera de Jones y no Marion, que, como recordamos, está echando pulsos en Nepal. Y se arma un gran lío: tiros y puñetazos, aquél persiguiendo un frasco de veneno y la rubia repelente el diamante de los mafiosos en mitad de un baile...pero esto no es una comedia "screwball", ¿a qué no? Para poner la guinda el héroe tiene dos compañeros como si hubieran pertenecido desde siempre al universo de Indiana, y uno es un jodido niño chino (sí, de verdad), cual "sideshow" de dúo cómico. La fuga y la persecución son trepidantes, no cesa el ritmo...y el atípico trío se sube a un avión.
Bueno, ¿y ahora qué?, ¿volverá Jones a EE.UU. y los chinos se presentarán allí?, ¿qué sucede con el diamante? No. ¿Cómo que no? Pues eso, que todo lo visto no ha servido de nada, ha sido una escena de presentación gratuita, a olvidar para siempre. ¿Por qué? El psiquiatra de Spielberg y Lucas sabrá la razón, yo no.
Lo peor es que durante el prólogo falso el primero ha intentado mezclar unas dosis exageradas de humor idiota con unas dosis exageradas de violencia, y el resultado no es agradable, no se compensan bien ambos extremos. ¿Lo peor? Lo peor viene ahora, cuando los tres caen en la India y se ven arrastrados por la magia del guión hasta un poblado donde, casualidades de la vida, necesitan ayuda.
(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)
En emoción y movimiento, pese a estar enclaustrada durante mucho (muchísimo) tiempo bajo una sala de sacrificios, "El Templo" compite de cerca con "El Arca", por desgracia no posee ni su ingenio, ni su coherencia, ni su encanto, ni su espíritu ni sus grandes personajes; en estos términos nos hallamos ante uno de los mayores desastres cinematograficos del siglo (se aprecia, aunque cueste, en que más presupuesto se utilizó y tuvo menos recepción en taquilla que su predecesora).
Con el paso de los años todos los implicados pedirían disculpas o se arrepentirían de haber participado en semejante disparate que pretendía ser para el universo de Indiana lo que "El Imperio Contraataca" para el de "Star Wars": su reverso más oscuro, y con el cual hicieron añicos a un héroe hasta entonces perfecto. La "mítica" última frase de Round es "Mucho divertido", ¿recordamos? No puedo estar más en desacuerdo con él; al final yo también sentí que me habían arrancado y achicharrado el corazón...
Uno de los cuentos más terroríficos que se hayan escuchado...resulta ser otra aventura de nuestro arqueólogo Indiana Jones.
Todavía a mí me cuesta creerlo, pero es así. Imaginen una historia ideada una noche de copas entre Henry Haggard y H.P. Lovecraft reescrita y modernizada por Wes Craven; ninguno de ellos está implicado en la creación de "El Templo Maldito", claro, sino ese dúo que convertía en oro todo lo que tocaba, los Spielberg y Lucas triunfadores en lo profesional, uno por "E.T.", el otro por "El Retorno del Jedi"...pero un tanto doloridos en lo personal (mientras el primero dejaba a Amy Irving el segundo se divorciaba de Marcia Griffin). Un mal momento para concebir películas.
Y así fue. Esta triste situación conjunta entró en conflicto con su casi obligación de traer de nuevo a ese profesor-aventurero que tantos millones de dólares les había hecho ganar tres años antes, y entre restos de ideas descartadas para "En Busca del Arca Perdida" y otras ocurrencias inventan un tratamiento que pone los pelos de punta a Lawrence Kasdan, quien se niega a escribir nada; Gloria Katz y Willard Huyck son simplemente guionistas de contrato que cumplen con las exigencias y extravagancias de los dos directores. Si muchos años después esta película sería considerada un producto repugnantemente violento y horrible, ¿cómo sería entonces aquel guión original del que tantas cosas tuvieron que eliminarse?
Lo concebido por estas cuatro cabezas pensantes contenía una gran cantidad de sacrificios humanos, esclavos convertidos en "zombies", asesinatos de animales, ceremonias voodoo y un largo etcétera de tonterías asquerosas que demuestra lo mucho que las rupturas trastocaron al cerebro a Spielberg y Lucas. En mi opinión este proyecto debió de haberse parado en seco y reanudarlo dos años después, con más calma...pero el primero, comido por la codicia, no quería que nadie más lo dirigiera, así que, sin mucha fe en ello, se lanzó a la ponzoñosa piscina de sangre de esclavos hindúes.
Pero fueron inteligentes en el Gobierno de la India y prohibieron filmar tal locura, así que la isla de Sri Lanka sirve de escenario, y repartido en dos ambientes muy distintos; esto se relaciona con la un tanto caótica estructura narrativa, que consta de: dos prólogos, una sección muy larga, un clímax y uno de los epílogos más imbéciles de todos los tiempos. Si en "El Arca" las diferentes secuencias de acción y el movimiento de un punto a otro del mapa se hilvanaban de un modo muy ingenioso por Kasdan, Katz y Huyck se dejan llevar por el frenesí gratuito; ya se nos avisa en el número musical que abre el film, "Anything Goes". Sí, todo lo que tenga que ocurrir ocurrirá.
Esta terrible secuencia de introducción pone de manifiesto qué es "El Templo" y su diferencia con el título previo. En primer lugar los hechos se desarrollan antes, curioso, y ahora Jones, en lugar de adentrarse en selvas y pasadizos secretos cual aventurero clásico, enfrenta a unos gángsters sin escrúpulos en un club de Shanghai, muy sofisticado, muy colorido, muy "kitsch"...pero esto no es James Bond, ¿a qué no? Y en mitad de la trifulca con los chinos se cuela una bailarina, Willie (Kate Capshow, futura esposa de Spielberg), quien empieza a quemar los oídos de los personajes (y de los espectadores) con sus puñeteros quejidos.
Esta es la compañera de Jones y no Marion, que, como recordamos, está echando pulsos en Nepal. Y se arma un gran lío: tiros y puñetazos, aquél persiguiendo un frasco de veneno y la rubia repelente el diamante de los mafiosos en mitad de un baile...pero esto no es una comedia "screwball", ¿a qué no? Para poner la guinda el héroe tiene dos compañeros como si hubieran pertenecido desde siempre al universo de Indiana, y uno es un jodido niño chino (sí, de verdad), cual "sideshow" de dúo cómico. La fuga y la persecución son trepidantes, no cesa el ritmo...y el atípico trío se sube a un avión.
Bueno, ¿y ahora qué?, ¿volverá Jones a EE.UU. y los chinos se presentarán allí?, ¿qué sucede con el diamante? No. ¿Cómo que no? Pues eso, que todo lo visto no ha servido de nada, ha sido una escena de presentación gratuita, a olvidar para siempre. ¿Por qué? El psiquiatra de Spielberg y Lucas sabrá la razón, yo no.
Lo peor es que durante el prólogo falso el primero ha intentado mezclar unas dosis exageradas de humor idiota con unas dosis exageradas de violencia, y el resultado no es agradable, no se compensan bien ambos extremos. ¿Lo peor? Lo peor viene ahora, cuando los tres caen en la India y se ven arrastrados por la magia del guión hasta un poblado donde, casualidades de la vida, necesitan ayuda.
(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)
En emoción y movimiento, pese a estar enclaustrada durante mucho (muchísimo) tiempo bajo una sala de sacrificios, "El Templo" compite de cerca con "El Arca", por desgracia no posee ni su ingenio, ni su coherencia, ni su encanto, ni su espíritu ni sus grandes personajes; en estos términos nos hallamos ante uno de los mayores desastres cinematograficos del siglo (se aprecia, aunque cueste, en que más presupuesto se utilizó y tuvo menos recepción en taquilla que su predecesora).
Con el paso de los años todos los implicados pedirían disculpas o se arrepentirían de haber participado en semejante disparate que pretendía ser para el universo de Indiana lo que "El Imperio Contraataca" para el de "Star Wars": su reverso más oscuro, y con el cual hicieron añicos a un héroe hasta entonces perfecto. La "mítica" última frase de Round es "Mucho divertido", ¿recordamos? No puedo estar más en desacuerdo con él; al final yo también sentí que me habían arrancado y achicharrado el corazón...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Sin entrar en detalles con esta nueva trama que se perpetra ante mis alucinados ojos, mi primer disgusto recae en la presencia del niño subnormal y la rubia gilipollas; pero incluso él (de la manera más increíble) será un apoyo para Jones, mientras ella es la antítesis de mi querida Marion, imaginada como la respuesta dura y valiente a las clásicas damiselas en apuros de los films de aventuras de antaño.
Lo que es Capshaw: la dama guapa, tonta y estomagante que espera ser rescatada, ni más ni menos que todas las cosas que Lucas y Spielberg odiaban de las mujeres amalgamado en un personaje (esto evidencia por qué no debe mezclarse la vida personal y la profesional).
En otras ocasiones no estaba claro, pero Willie es perfecta: es innecesaria a todos los niveles, uno de los personajes más innecesarios de la Historia del cine. Ella, junto a los otros dos, nos conducen a este nuevo prólogo entre nobles que les reciben como si les conocieran de toda la vida; secuencia que podría haber sido interesante, pero el director se recrea en lo repulsivo de ese "banquete" que tantas ampollas levantó en la comunidad hindú, y lo fastidia todo. Se diría que trata de denigrar su propio trabajo adrede, porque donde debe haber trama hay distracción infantiloide.
Y este es el segundo gran disgusto. Jones, en "El Arca", actúa como protector de antigüedades, y cada pausa en el desarrollo de su argumento es crucial, para conocer personajes, para tener algo en lo que apoyarnos antes de la siguiente escena de acción. "El Templo" lo convierte en el salvador divino de una tribu y lo arrastra (y a sus dos compinches, que no se mueren ni de casualidad) a una peripecia (de forma accidental nuevamente) sin concesiones a la explicación, sin que alguien se detenga un segundo y nos aclare realmente las cosas; el tono absurdo y delirante pega un giro de 590º para adentrarnos en un cuento de puro horror.
Como siempre en este cineasta no hay nada que envidiar a su concepción artística, arte de producción, despliegue de medios y de efectos especiales, y eso está genial, un trabajo encomiable, pero no al servicio de este guión ni cortándonos todas las vías de oxígeno. Pasar de los primeros idiotas 50 minutos a torturas, cadáveres comidos por los insectos, azotes a niños, ritos de sacrificio, corazones extraídos o posesiones del alma es todo un shock, un espectáculo incomprensiblemente grotesco, desagradable y demasiado sádico para ser visto por un público infantil (razón de que, haciendo Historia en el sistema de clasificaciones, la MPAA crease la nueva PG-13).
Tampoco, y eso es lo más mezquino, gozamos de la presencia de un héroe; primero Jones es un estúpido graciosete, luego es poseído, tortura y además abusa de sus amigos, su imagen es destrozada a cada minuto. Y tras la infinita sesión de masoquismo voodoo el director nos agarra del cuello para sacarnos de este infierno que provocaría pesadillas y vómitos a Clark A. Smith y nos sacude con algunos de las instantes más explosivos de todo su cine...pero también los más gratuitos y violentos, porque aquí las cosas suceden así: por casualidad y a lo bestia, en semejantes secuencias como la persecución a través de los túneles y la lucha sobre el puente, visceralidad pura, ritmo endiablado, quizás demasiado veloz e intenso.
Lo que es Capshaw: la dama guapa, tonta y estomagante que espera ser rescatada, ni más ni menos que todas las cosas que Lucas y Spielberg odiaban de las mujeres amalgamado en un personaje (esto evidencia por qué no debe mezclarse la vida personal y la profesional).
En otras ocasiones no estaba claro, pero Willie es perfecta: es innecesaria a todos los niveles, uno de los personajes más innecesarios de la Historia del cine. Ella, junto a los otros dos, nos conducen a este nuevo prólogo entre nobles que les reciben como si les conocieran de toda la vida; secuencia que podría haber sido interesante, pero el director se recrea en lo repulsivo de ese "banquete" que tantas ampollas levantó en la comunidad hindú, y lo fastidia todo. Se diría que trata de denigrar su propio trabajo adrede, porque donde debe haber trama hay distracción infantiloide.
Y este es el segundo gran disgusto. Jones, en "El Arca", actúa como protector de antigüedades, y cada pausa en el desarrollo de su argumento es crucial, para conocer personajes, para tener algo en lo que apoyarnos antes de la siguiente escena de acción. "El Templo" lo convierte en el salvador divino de una tribu y lo arrastra (y a sus dos compinches, que no se mueren ni de casualidad) a una peripecia (de forma accidental nuevamente) sin concesiones a la explicación, sin que alguien se detenga un segundo y nos aclare realmente las cosas; el tono absurdo y delirante pega un giro de 590º para adentrarnos en un cuento de puro horror.
Como siempre en este cineasta no hay nada que envidiar a su concepción artística, arte de producción, despliegue de medios y de efectos especiales, y eso está genial, un trabajo encomiable, pero no al servicio de este guión ni cortándonos todas las vías de oxígeno. Pasar de los primeros idiotas 50 minutos a torturas, cadáveres comidos por los insectos, azotes a niños, ritos de sacrificio, corazones extraídos o posesiones del alma es todo un shock, un espectáculo incomprensiblemente grotesco, desagradable y demasiado sádico para ser visto por un público infantil (razón de que, haciendo Historia en el sistema de clasificaciones, la MPAA crease la nueva PG-13).
Tampoco, y eso es lo más mezquino, gozamos de la presencia de un héroe; primero Jones es un estúpido graciosete, luego es poseído, tortura y además abusa de sus amigos, su imagen es destrozada a cada minuto. Y tras la infinita sesión de masoquismo voodoo el director nos agarra del cuello para sacarnos de este infierno que provocaría pesadillas y vómitos a Clark A. Smith y nos sacude con algunos de las instantes más explosivos de todo su cine...pero también los más gratuitos y violentos, porque aquí las cosas suceden así: por casualidad y a lo bestia, en semejantes secuencias como la persecución a través de los túneles y la lucha sobre el puente, visceralidad pura, ritmo endiablado, quizás demasiado veloz e intenso.