Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Chris Jiménez:
8
Cine negro. Intriga Frank Bigelow irrumpe en una jefatura de policía para denunciar que ha sido víctima de un asesinato: por motivos que desconoce, alguien le ha dado a beber un veneno que lo matará en breve. (FILMAFFINITY)
26 de octubre de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
Un hombre con paso firme cruza los pasillos de una comisaría mientras van apareciendo los créditos principales en una secuencia digna del mismísimo Hitchcock.
Poco después llega hasta los agentes de policía que extrañamente le estaban esperando y con voz atribulada denuncia un asesinato...el suyo propio.

"Con las Horas Contadas" es un ejemplo perfecto de lo que era el cine negro de la época, y por muchos reconocibles puntos en común que tenga con otras docenas de títulos del mismo género siempre estará entre mis favoritas. Rudolph Maté, futuro responsable de films como "Horizontes Azules", "Hombres Violentos" o "La Ley de los Fuertes", demuestra una gran habilidad plasmando en imágenes un guión lleno de suspense y tensión escrito al alimón por Russell Rouse y Clarence Greene, que nos relata la intrincada trama en la que se mete inesperadamente un hombre normal y corriente y con sus propios problemas.
Y ese hombre es Frank Bigelow, al encontrarse una noche en el lugar menos indicado, en el momento más inoportuno y beber, con total ingenuidad, de un vaso que el pensaba que contenía un inofensivo bourbon con agua y sin hielo, pero no...en realidad se trataba de una tóxica sustancia que va a condenar su vida, lo que supondrá encontrar a los responsables antes de que llegue su inevitable hora final en una carrera contrarreloj desesperada por las calles y locales de San Francisco.

Lo que tenemos aquí es un muy competente ejercicio de cine negro que se basa en repetir algunas de las claves del género y que cualquier fan del mismo sabrá apreciar, y la verdad es que lo tenemos todo: gangsters, mujeres fatales, descapotables, cajas de cerillas, compañeras sentimentales consentidoras, revólveres, tabernas llenas de alcohol y chicas fáciles, en fin, los elementos esenciales que debe haber en cualquier película de este tipo. Y entre todo esto no se puede negar lo interesante del argumento, también un tanto trillado, del buen hombre de a pie metido en una red de engaños y asesinatos donde a cada dos por tres su vida pende de un hilo.
Sí, está claro que no es la primera vez que veíamos un "thriller" con estas características, sin embargo cuenta con una narración precisa, puede que llena de trampas, pero que se desenvuelve rápida y fácilmente, comenzando en forma de interesante "flashback" en esa comisaría al principio. Destaca también su ritmo vibrante, que es un no parar, desde luego, puesto que el protagonista consigue con su fragilidad que nos sintamos identificados con él, acompañándole al trote por toda la ciudad para intentar resolver el caso antes de que sea tarde, lo que le da además un toque oscuro y fatalista al asunto, ya que se presupone que no va a haber final feliz, que efectivamente, Bigelow está destinado a morir por culpa del veneno.

"Con las Horas Contadas", a pesar de ser un clásico de culto, ha quedado enmarcada en la serie "B" por su bajo presupuesto y por su repetición de esquemas e ingredientes de cine negro, pero sin duda merece subir de categoría ya que todos las mencionados aspectos narrativos y técnicos suplen con creces las carencias del dinero invertido. De tan bajo presupuesto era que algunos planos fueron rodados por la ciudad de San Francisco sin permiso, lo que al final le da un aspecto más creíble al film, y es algo que podemos ver en aquella escena en la que Frank corre por las calles tras recibir la mala noticia de su envenenamiento y va chocándose con los muchos transeúntes que por allí caminan, que en realidad no son extras, sino los propios ciudadanos del lugar. Otras escenas igualmente memorables son el espectacular tiroteo que el psicópata de Chester organiza en la cafetería, el que Bigelow debate contra un agresor desconocido en el almacén y por supuesto el gran duelo final entre el primero y Stanley Phillips en los pasillos y escaleras del edificio Bradbury, el cual serviría de escenario 33 años después para "Blade Runner". Sobresale asimismo el buen hacer del director de fotografía Ernest Laszlo, el trabajo de edición de Arthur Nadel y la estimulante banda sonora de Dimitri Tiomkin.

Edmond O'Brien deslumbra en el papel de Bigelow, aportando al mismo tiempo debilidad y esa típica dureza de héroe de cine negro, y consiguiendo que la desesperación de su personaje se haga creíble; le acompañan Luther Adler, la guapísima Laurette Luez en su debut como actriz, Neville Brand, quien interpreta al más interesante personaje del film, y Pamela Britton en la piel de esa susceptible y gritona Paula Gibson, que no es sino el estereotipo femenino de la época que se muere por los huesos de su hombre y aprueba con algunos leves berrinches todas sus decisiones, incluyendo el que a éste le apetezca ir de bares y conocer de paso a algunas jovencitas (en fin, eran otros tiempos...).
Con todo esto, entre clichés y elementos sin embargo muy originales, "Con las Horas Contadas" puede quedar como una de las mejores muestras de "film noir" de su época, ofreciendo en un perfecto equilibrio acción, violencia, drama, romance, un suspense de lo más electrizante y algunas dosis de humor negro.

La misma contó con dos "remakes", ambos bastante mediocres en comparación con el material original, como siempre suele suceder, si bien el de 1.988 es un divertimento medianamente aceptable...
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow