Para muchos, el hecho de que Ozon haya osado dirigir un filme cuyo ingrediente principal fuera el humor negro; implica una serie de cuestionamientos imperiosos y sin respuesta.
Cómo ser posible una película donde todo lo irracional es parte del cotidiano.
Un experimento que proporcionará a la trama el toque de gracia burlona amén de una sociedad para muchos bastante conservadora y al mismo tiempo liberal en demasía.
Lo mejor de la cinta, es el manejo psicológico por el cual nos conduce a creer que lo hemos visto todo y replantear una estructura fragmentada y reconstruída una vez el director nos ha hecho partícipes de su locura colectiva.
Sorprendentes los trabajos alternos de Ozon que contrastan de singular forma con lo realizado en Sitcom (Le temps qui reste, 8 femmes, 5x2 ); pero que de igual forma, muestran un trabajo arriesgado, honesto y dispuesto a reinventarse de múltiples formas para no permanecer girando alrededor de un mismo eje.