La sangrienta combinación que ofrece Tim Burton se antojaba muy sugerente. Un musical sangriento dirigido por Burton con Johnny Depp en el papel de barbero vengativo secciona yugulares es un plato bastante apetecible.

Todas las expectativas creadas con el nuevo film de Burton han sido pocas. Mi entusiasmo mientras contemplaba la película en la gran pantalla ha sido como el de un niño pequeño con una bici nueva.

Johnny Depp interpreta a Benjamin Barker, un joven barbero que es encarcelado sin motivos y que pierde a su bella mujer y a su hija. Al salir de prisión tras muchos años en la sombra, Barker vuelve a Londres como "Sweeney Todd" un siniestro barbero con el mismo peinado que el propio Tim Burton, que busca venganza y clama y canta por ver un poco de sangre correr por las alcantarillas.

El film es musicalmente exquisito, que esté basado en un famoso musical de Broadway es garantía de ello. La historia es entretenida, divertida, terrorífica, sangrienta y emocionante. "El barbero diabólico de la calle Fleet" es simplemente un musical apoteósico.

Lo de Johnny Depp es caso aparte, es un intérprete magnífico, todo lo que toca reluce, y aquí su extravagante personaje Sweeney Todd es una muestra más de ello. Helena Bonham Carter interpreta a Mrs. Lovett, una pastelera que ayudará a Sweeney es sus diabólicos planes. La pareja de Burton, es como no, 100% burtoniana. Luego tenemos al cómico Sacha Baron Cohen (Borat, Ali G) quien interpreta al barbero Adolfo Pirelli, grandioso personaje. Alan Rickman da vida al malvado juez Turpin. Todos están fantásticos.

Luego están los vestuarios y el maquillaje, dignos del mejor film de Burton. Y todo acompañado de una ambientación oscura y tenebrosa, macabra y sangrienta, sucia y maloliente. La singularidad de Tim Burton es la seña de un maestro. Pocos directores pueden decir que son diferentes, Tim lo es, y además es magnífico. No se la pierdan.