Más allá de lo que muchos imaginan, el llamado género Spaguetti Western empezó con este film, y del cual se pueden encontrar un montón de guiños posteriores, pero lo que más resuena es sin duda el épico encuentro protagónico entre dos titanes del cine: Burt Lancaster y Gary Cooper.
La historia en general es muy disfrutable, divertida, sólida sobre todo (que difícil es encontrar eso hoy en día) y mantiene un grán interés en el espectador por la tensión sútil que maneja el gran director Robert Aldrich enfocándose en la relación entre dos vaqueros encargados de una misión en la que la amistad y sobre todo el beneficio económico estará de por medio.
Especial mención merece un reparto de soporte de primera, empezando por la siempre preciosa Sarita Montiel, Ernest Borgnine, Jack Elam, Charles Bronson y César Romero.
spoiler:
La escena final en la que uno de los dos protagonistas (o antagonistas porque no son perfectos) cae muerto es casi perfecta, aunque todo el film lo es.