Parece que Branagh ha resuelto hacer con Christie lo mismo que hizo con Shaspeare en su momento. Tras la menos redonda ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS, vuelve a dirigir y a encarnar a Hércules Poirot, esta vez en la no menos famosa MUERTE EN EL NILO.

Funciona bien esta versión, mejor que la del tren a mi entender, recurriendo de nuevo a rodearse de actores muy buenos y reconocidos (fenomenal la recuperación de Annette Bening) que enriquecen la trama y hacen que la película sea muy amena pese a saber cómo acaba y quién o quiénes son el asesino.

Además, los paisajes acompañan de forma espléndida a los diálogos e interpretaciones, muy bueno el diseño de producción que logra que la película, pese a digitalizaciones y demás efectos, tenga una cierta textura de obra antigua, casi clásica.

Recomendable.