Media votos
6.5
Votos
1,715
Críticas
1,265
Listas
2
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de melchorin:
8
![](https://filmaffinity.com/images/myratings/8.png)
7.6
5,141
Aventuras
1850. Jonathan Clark, el capitán de la goleta La peregrina de Salem, traslada desde Alaska a San Francisco un cargamento de valiosas pieles de foca. En el hotel en el que se aloja conoce y se enamora de la condesa rusa Marina Selanova, que trata de huir para evitar un matrimonio concertado por el zar con el pérfido príncipe Semyon. (FILMAFFINITY)
16 de agosto de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El maestro Raoul Walsh vuelve a firmar una de sus grandes películas para sumar a un catálogo que solo está a la altura de maestros como Ford, Huston, Wilder o Hawks, por citar a los imprescindibles.
Una película magnífica, con aventuras marítimas, peleas dignas de EL HOMBRE TRANQUILO, actores tan grandes como Peck o Quinn y una extraña y contagiosa alegría de vivir.
Las secuencias de la carrera entre la Peregrina y la Santa Isabel, las goletas de los dos protagonistas, es antológica, más si pensamos con qué medios se tuvo que rodar. La historia de amor entre un elegante y a la vez pícaro Gregory Peck y una bellísima Ann Blyth está ya en los anales del cine romántica. Personajes como el esquimal (boing, boing) o el magnífico contramaestre John McIntere también forman parte de la historia del cine.
Todos estos ingredientes forman una película capaz de cautivar a niños y a ancianos, cine clásico, del mejor.
Una película magnífica, con aventuras marítimas, peleas dignas de EL HOMBRE TRANQUILO, actores tan grandes como Peck o Quinn y una extraña y contagiosa alegría de vivir.
Las secuencias de la carrera entre la Peregrina y la Santa Isabel, las goletas de los dos protagonistas, es antológica, más si pensamos con qué medios se tuvo que rodar. La historia de amor entre un elegante y a la vez pícaro Gregory Peck y una bellísima Ann Blyth está ya en los anales del cine romántica. Personajes como el esquimal (boing, boing) o el magnífico contramaestre John McIntere también forman parte de la historia del cine.
Todos estos ingredientes forman una película capaz de cautivar a niños y a ancianos, cine clásico, del mejor.