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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama. Comedia Un marine jubilado y una drag queen son dos vecinos que no pueden soportarse, pero el azar los convertirá en profesor y alumno. Walt Koontz (Robert De Niro) es un hombre de acción, ultraconservador, y orgulloso de serlo. Su vecino Rusty (Philip Seymour Hoffman), una drag queen extravagante, es la antítesis de Walt. Tras sufrir una apoplejía, Walt acepta a regañadientes un programa de rehabilitación que incluye dar lecciones de canto con Rusty. (FILMAFFINITY) [+]
8 de octubre de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si ustedes lo crean o consigan creerlo, pero, el Fatum (Hado o Guía Espiritual), nunca deja de jugar sus cartas en las relaciones interpersonales y cuando siente que, entre dos personas muy contrarias, hay un impulso humano que desde muy adentro amaga con escapar, Él crea la situación precisa para que esos dos seres tengan la ocasión de encontrarse para intercambiar ideas y experiencias. Esto les permitirá conocerse… y el Conocimiento extingue los prejuicios ya que éstos siempre se producen por desconocimiento o por posiciones ideológicas sesgadas, generalizadoras y excluyentes, ¡y algún día tendremos que aprender que cada ser humano es uno y único, y sólo conociendo sus ideas, sus emociones y sus acciones, podemos emitir un concepto válido sobre su personalidad! Toda estigmatización basada en la nacionalidad, raza, profesión, religión… o género, es necia y definitivamente ridícula.

<<NADIE ES PERFECTO>> -título en español que rememora una frase de la inolvidable película “Some Like it Hot” (Billy Wilder, 1959)-, es una película con propósitos abiertamente edificantes, pues, se propone demostrar que, el conocimiento es lo único que nos convierte en seres justos, y sirviéndose de dos seres comúnmente excluidos en nuestra sociedad, irá tejiendo una lección -o moraleja si se quiere- que, confiamos, no sea en vano, porque los prejuicios y las discriminaciones ya ¡harto daño han hecho!

Entremezclando drama y comedia, debidamente dosificadas y con bastantes aciertos, la trama se sirve de un antiguo triunfador en el deporte y también expolicía, Walter Koontz, cuya ideología responde a una visión muy conservadora de la vida, y como es de esperarse, plagada de prejuicios. Entre sus vecinos de edificio tiene a, Busty Rusty, una transformista (drag-queen) quien de tanto en tanto arma sus juergas con sus congéneres, causando -inevitablemente- el malestar del varonil y seductor Koontz.

Pero, para que estos dos seres -que se repelen como el agua y el aceite- puedan Conocerse, el siempre oportuno Fatum, se jugará su carta… y lo que sigue nos hará reír y reflexionar en unas buenas ocasiones.

Tengo que volver a decir que, Robert de Niro y Philip Seymour Hoffman, nos aseguran actuaciones dignas del Oscar y ambos personajes se me metieron en el corazón. ¡Que histrionismo y que soltura con la que cada uno se introduce en la piel de su personaje!... y que estupendo como van aflojando su alma hasta lograr ver cuán cercano se encuentra uno del otro.

Presiento que fue un cierto exceso en las escenas con las restantes drag-queens, y sobre todo, en los incidentes con el mafioso y su banda, lo que me ausentó un poco de la película, pero, cuando la trama vuelve a conectar con el flujo psicológico de sus personajes (y aquí incluyo a las chicas latinas que también entran en el círculo de los excluidos), la trama recupera su encanto… y hasta esa cinefilia que abunda en los diálogos, resulta deliciosa, sobre todo si el arte cinematográfico es de esas cosas que circulan por nuestra sangre.

Esto es, Cine para aprender a vivir.
Luis Guillermo Cardona
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