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Voto de Luis Guillermo Cardona:
4
Bélico. Romance El Capitán Brad Parker, un oficial americano, se encuentra en el frente el 6 de junio de 1944, el Día D, cuando 3.000.000 de hombres, 11.000 aviones y 4.000 barcos están preparados para llevar a cabo la invasión de Normandía, hecho que determinará el futuro del mundo. La casualidad ha querido que Parker y su comandante, además de combatir juntos, estén enamorados de la misma mujer. (FILMAFFINITY)
20 de marzo de 2012
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 6 de Junio de 1944, conocido como el día D, 500 mil soldados de los paises aliados, desembarcaron en Normandía, Francia, y entre los meses de Junio y Agosto, liberaron a este país de los alemanes. Comenzaba así, la expulsión de los nazis de la Europa occidental y el triunfo contra el fascismo no estaba ya demasiado lejos.

Pero, la historia de esta película no tiene como eje central este episodio de la Segunda Guerra Mundial, sino que se inicia con el viaje hacia el Canal de la Mancha y pronto se devuelve a 1942, para contarnos el romance que tiene el capitán John Winter, y más intensamente el capitán Brad Parker, con Valerie Russell, la chica inglesa que pronto colaborará con los cuerpos auxiliares de la Cruz Roja y cuyo padre anda en honda crisis con su ejercicio como brigadier.

En el camino, se debatirá la relación que sostuvieron los soldados americanos con los ingleses, donde ven éstos a los estadounidenses como faltos de modales y no expresan agradecimiento alguno porque “por muchos años no hemos necesitado más ayuda que la de Dios”. Y los gringos, en cambio, sienten que los ingleses “hablan demasiado y pelean muy poco”.

El romance entre Parker y miss Russell carece de sal y de pimienta, y el filme devela en cada plano, el más franco desinterés de Henry Koster por esta historia de encargo con la que no consiguió encariñarse. Pareciera como si, intencionalmente, el director quisiera eludir los bemoles de una complicada guerra donde hubo maquinaciones de todo tipo, donde a los llamados héroes quizás les quedaba un poco estrecho semejante honor, y donde la “paz” se alcanzó con demasiadas acciones que dejaron mucho, pero mucho que desear. Y entonces, Koster prefiere distanciarse y usar la guerra sólo como ese extraño, pero posible marco, para el amor y la esperanza. Y de paso, pone bien claro en el escenario que, la relación entre los aliados, no fue precisamente fraterna.

Robert Taylor desluce con un personaje bastante soso que se debate entre ser leal a su esposa o seguir adelante en su amorosa integración anglo-americana con la sensata Valerie, cuyo carácter y sentido del equilibrio, son quizás lo mejor que puede verse en este filme de oficinas, cafetines y mucho diálogo de poca sustancia.

No está aquí, para nada, el calificado Henry Koster que tanto aprecio nos merece.

Título para Latinoamérica: “EL DÍA SEIS DE JUNIO”
Luis Guillermo Cardona
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