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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama Lilja, una adolescente rusa de 16 años que ha sido abandonada por su madre, lleva una vida miserable en una empobrecida ciudad de la antigua Unión Soviética. En un ambiente dominado por las drogas y la miseria, prostituirse es el único medio para poder comer. La esperanza llega el día en que conoce al atractivo Andrei, que le promete una vida mejor en Suecia. (FILMAFFINITY)
20 de marzo de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay, quizás, en la vida delitos más abominables que aquellos que se cometen aprovechándose de la indefensión e ingenuidad de las personas, y mucho más cuando se trata de niñas (niños) o adolescentes. Ante la enorme escalada que viene teniendo la explotación sexual de menores alrededor del mundo, estamos en mora de que esto merezca la más profunda atención por parte de los gobiernos, y creo que importa, ¡muchísimo más!, la prevención que la represión, porque así como hay que evitar una nueva víctima, también hay que evitar un nuevo victimario, pues, ya se ha demostrado que, en muchos casos, también éste puede ver arruinada su vida para siempre.

Basada en un hecho real ocurrido en Estocolmo, “LILJA 4-EVER”, es una interesante y necesaria denuncia del maltrato a los menores, primero entre las familias… y luego en un entorno donde, la descomposición social y la indiferencia (e incompetencia) de las autoridades es un mal que nadie resuelve. Con su dolorosa historia, el director sueco Lukas Moodysson, logra conmovernos y llenarnos de rabia y desazón, pues, como tantas veces ocurre en la realidad, no vamos a ver ¡ni a un solo adulto que signifique una luz o un punto de apoyo para los muchachos! Esta posición seguramente es extrema, pero, se multiplican tantos los casos de abuso que se llega a pensar que nadie está haciendo nada... y de paso, el director también aprovecha para dar rienda suelta a su escepticismo, haciendo un uso inadecuado (no ridiculizador) de la espiritualidad, mostrándola como una pretensión vana, cuyos resultados últimos, “podrían animarnos a reír”.

Oksana Akinshina (Lilja), consigue conmovernos desde el mismo momento en que la vemos correr y subirse a aquel puente, y luego cuando clama por la permanencia de su madre… y aunque, desde entonces, pareciera que vamos a estar ante un melodrama de sacar pañuelo, el filme en realidad se maneja en forma contenida, logrando dejar bien presentado el problema central, pero, infortunadamente, son sus desniveles ideológicos los que le restan unos cuantos puntos.

Moodysson -quien también ha hecho las veces de guionista-, deja al desnudo la amoralidad y el abuso que cunde por “toda Suecia”, con lo que nos deja la pesarosa sensación de que solo ve mierda y miseria humana por donde se mueve. En tal sentido, <<LILJA FOREVER>>, es un cuento pesimista que, al reflejar una sesgada realidad, sirve al desencanto y pareciera pretender el destierro de la esperanza, la cual, contra todo, brilla día a día, y sin duda alguna, sabrá preservarnos como humanidad.

En un momento clave, Moodysson hace una esclarecedora escena con la que da cuenta de cómo, unas cuantas decisiones mal tomadas son las que pueden llevar nuestra vida a la desgracia. El director pareciera, entonces, en actitud de retractarse, y a riesgo de contradecirse en este punto, ya no culpa a nadie sino que da fe de que cada uno traza su propio destino.

Contra todo, creo que estamos ante un filme necesario, pero, sólo recomendable para personas emocionalmente equilibradas.
Luis Guillermo Cardona
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