Una vez más, la típica historia en la que el chico chulillo-motero o que pertenece a una clase más baja (en este caso, lo primero) se enrolla con la típica chica pijilla de clase alta y que acude a un colegio privado de los repelentes. La historia es muy previsible, y cierto es que tiene momentos emocionantes (sobre todo las carreras de motos) y te hace reflexionar sobre el estilo de vida y, como educadores, que debemos tener en cuenta el contexto socio-familiar a la hora de averiguar las causas del comportamiento de nuestro protagonista y el contexto en el que se encuentra sumergido. Tiene muchos momentos tiernos, que te llenan de pasión o incluso te provocan risas. Vamos, emotivos según como se mire, cada uno sentirá unas emociones determinadas. Pero, aunque cierto es que está basado en una novela que no he leído, no representa nada del otro mundo, ya que la historia está muy vista, y muchas veces es una excusa para "explotar" a los jóvenes actores que están de moda entre la juventud gracias a las series de televisión y anteriores películas que, a raíz de lo primero, han protagonizado (aunque María Valverde más que nada por las películas). Y, evidentemente, para atraer a la gente, además de la historia de amor, no podía faltar el sexo y verles el culete a nuestros protagonistas, y reconozco que ambos tienen unos culos muy bonitos y apetecibles (sí, soy un guarro, lo sé).

Por lo demás, la fotografía, las escenas de tensión, la banda sonora, los secundarios (¿qué pinta representar a Pablo Rivero como si tuviese veinte años recién cumplidos? Para eso que llamen a su "hermano" en la serie de Cuéntame...). Al principio resultó muy entretenida, pero la historia da muchas vueltas a lo mismo y llega un momento en la que resulta algo cansina. De todas formas, ahí le cedo un precioso 5'5.