Slow Horses es una serie de muy buena calidad. Es un thriller de espías en donde se desata un juego de quién está un paso más adelante del resto. Si bien a un público general pueda parecerle una serie más, a aquellos que les guste el género al que pertenece podrán ver sus joyitas.

El guion tiene muy buen nivel. La calidad es consistente durante los 6 episodios en donde la trama avanza sin estancarse debido a que las situaciones y los giros que se van presentando logran mantener la intriga. La mayoría de las situaciones son resueltas de una forma creíble y solamente en algunas pocas ocasiones uno puede decir que fue suerte.
Los personajes tienen un desarrollo constante y suficiente para que nos importe su participación en la trama. Además hay que destacar que los diálogos son inteligentes e interesantes, sumado a que hay humor bien hecho. También me pareció interesante la idea de abordar la historia desde el punto de vista de un grupo de "perdedores" del MI5. Si bien los agentes de este grupo son competentes algunas de sus acciones nos recuerdan porque forman parte de ese grupo. En ese sentido la serie logra un buen equilibrio.

También una de las joyitas de la serie es Jackson Lamb, que además de estar muy bien interpretado por Gary Oldman, representa simbólicamente a los Caballos Lentos ya que si bien es el más competente del grupo su actitud expresa otra cosa. Tal vez porque es un lobo con piel de cordero, quién sabe.

En conclusión, Slow Horses tiene una primera temporada muy buena. Desarrolla de forma satisfactoria su trama y deja la expectativa de una segunda temporada con el mismo nivel de calidad. La recomiendo pero advierto que es una serie para prestar mucha atención y así no perderse en la trama.