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Voto de Natxo Borràs:
6
Drama Sexo, drogas y peligrosos desafíos a la muerte en las calles de Madrid. "Kronen" es la cervecería donde se reúne un grupo de amigos con pocas expectativas vitales, jóvenes que aprovechan la noche para vivir sus aventuras de la forma más excitante posible. Cualquier placer, ya sea la velocidad, la música o las drogas les sirve para exprimir las noches de verano intentando pasárselo bien hasta el alba. El líder natural es Carlos, un joven ... [+]
30 de enero de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La novela de José Ángel Mañas fue adaptada en éste inusual largometraje del director navarro Montxo Armendáriz (Tasio, Las Cartas de Alou) y ambientado en el Madrid de los años noventa donde una juventud sobrada y desenfadada mata las horas nocturnas flirteando y emborrachándose por los bares de la ciudad. Y allí entra el Kronen, el bar de siempre: donde se reúne Carlos (Juan Diego Botto) con su novia Amalia (Núria Prims) y amigos como Roberto (Jordi Mollá) o Pedro (Aitor Merino)… La noche es la excusa perfecta para que se diviertan bebiendo, fumando porros o ensayando. Sus aficiones van en contracorriente a los que sus despreocupados padres puedan temer: su contacto con el alcohol y las drogas es unja prueba más de que forman parte de una generación que ha nacido con una nueva burguesía establecida. Pero a Carlos no le importa: él prefiere vivir al límite e intentará llevar a sus caminos en esa ruta desembocada…

Montxo Armendáriz radiografió perfectamente la novela de Ángel Mañas siguiendo des de el primer minutos las andanzas del protagonista principal, Juan Diego Botto, que se dio a conocer precisamente en ésta película al lado de un paranoica caracterización personificada en un notable Jordi Mollá que, junto con Botto, forman parte de esa nueva tribu urbana de niños pijos (incluyendo una aparición muy secundaria de un desconocido Eduardo Noriega) que, beben, fuman, follan, se masturban para desahogarse y “videan” (como en “La Naranja Mecánica” pero en amplísima distancia diferencial) películas del momento como la brutal “Henry, Retrato de un Asesino” (1986), objeto de culto entre muchos cineastas y admiradores del radicalismo fuera de horas.
Natxo Borràs
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