La única forma de saber lo distanciada que está la “realidad real” de la “realidad” que imaginas es ir a vivirla y creo que en parte es de eso de lo que va esta peli, un señor se cruza medio mundo en un viaje físico y personal buscando sentir, y de la forma más ingenua posible realiza un tránsito hacia lo que es vivir la vida y no sólo habitarla. Dicho así parece una profundidad de película, todo lo contrario, el fallo es mío de querer ver más de lo que hay; pero bueno me sirve. Tiene muchas referencias a otras películas muy descaradas (lo de referencias es un eufemismo) pero creo que no procede nombrarlas.